El look “coqueto” de la moda latinoamericana es el estilo que quieren las celebridades de hoy

Celebridades, realeza, eventos, empresas, todos tienen en común el interés por la moda latinoamericana. La maquinaria comienza a moverse de nuevo para engranarse lentamente a la nueva normalidad.

Así, hemos visto a la bellísima Shay Mitchell luciendo el Nano Bag de la colombiana Geraldine Lustgarten.

También vimos a Cara Delevingne, a Demi Moore, y a Lady Gaga, entre otras estrellas, con bolsos de la venezolana Yliana Yépez.

Silvia Tcherassi; No pise la grama, a cargo de Daniela Panaro; Mónica Sordo; y Mercedes Salazar, entre otras marcas latinas, participaron el año pasado en Paris Fashion Week.

Johanna Ortiz está marcando pauta con sus increíbles propuestas. Sus volantes y las mangas voluminosas son ya un emblema de ese look latino que ha ido resaltando en la actualidad. Desde celebridades como Camila Cabello, hasta gigantes como H&M, que la seleccionó para desarrollar su primera colaboración con talento latinoamericano han caído ante su creatividad.

(Photo by Christian Vierig/Getty Images)
(Photo by Christian Vierig/Getty Images)

Piezas de el brasileño Carlos Miele o el argentino Benito Fernández son usadas por celebridades y miembros de la realeza europea; y hace pocos días Lady Gaga celebró el lanzamiento de su nuevo álbum, Cromática, vistiendo una espectacular franela diseñada por Jonathan Morales, de la marca mexicana No Name Studio.

Son muchos los diseñadores que están pisando fuerte, e incluso se organizan seminarios digitales internacionales para analizar el fenómeno de la moda latina en Hollywood, pero ¿qué es lo que hace que el mundo se fascine con las propuestas de moda latinoamericana?

El secreto del encanto de la moda latinoamericana

Quizás es la combinación de influencias, característica de la idiosincracia del continente, lo que brinda esa cercanía que conquista y seduce. O tal vez, el uso de técnicas artesanales, el manejo desenfadado del color y ese constante aire de frescura pueden ser factores muy atractivos.

El hecho es que un elemento clave es la exaltación de lo femenino. La colombiana Geraldine Lustgarten describe su propio estilo como una mezcla entre su vida en Nueva York y la coquetería colombiana. “Mi estilo es mitad Nueva York y mitad Colombia. De Nueva York aprendí a abrir más la mente, a arriesgarme con las tendencias y de mi país rescaté el ver coquetas y femeninas a la mujeres, porque el querer verse bien siempre es algo que caracteriza a las latinas”.

En este sentido, Amira Saim, editora digital de Vogue México y Latinoamérica, le suma a la exaltación de lo femenino otra característica: la alegría. “La alegría que transmite la moda latinoamericana se refleja tanto en el uso del color como en el volumen y además, la sensualidad en las siluetas femeninas. Las mangas grandes y los volantes, son elementos muy distintivos de la moda latinoamericana actual y es algo que en Hollywood fotografía muy bien y se ve muy lindo”.

Por su parte, Aura Marina Hernández, quien fue delegada de Dior para Colombia, Venezuela y el Caribe por más de 30 años, y más tarde relacionista público de Louis Vuitton, asegura que, si bien hay códigos estéticos que influyen, las marcas llegan lejos por ejecutar buenas estrategias, tener persistencia y organización.

Hernández, quien dirige una agencia de comunicaciones para promover marcas de moda, apunta que de alguna manera la nueva realidad que nos deja la pandemia favorecerá el fortalecimiento de la moda latinoamericana puesto que las grandes marcas, quizás, tendrán que bajar el volumen de producción en cuanto a categorías. “Había demasiado, y esto tal vez nos lleve a volver a lo básico. Que las grandes firmas tengan solo dos colecciones al año podría brindar un espacio de visibilidad muy interesante”.

(Getty Creative)
(Getty Creative)

Además, Hernández afirma que el alcance de las marcas emergentes se extiende con el apoyo de editores y empresarios de la moda, como Carmen Busquets, fundadora de Net-a-Porter. “Su apoyo no es solo desde el punto de vista de negocio, sino también vistiendo de diseñadores que están creciendo como Efraín Mogollón o de Clarissa Egaña de Port De Bras. Esas acciones son fundamentales para ayudar a hacer más visible el trabajo de los jóvenes latinoamericanos”.

Si bien Oscar de la Renta y Carolina Herrera se convirtieron en instituciones de la moda universal, muchos diseñadores de trayectoria más reciente están dándose a conocer con efectividad, pero en definitiva, no es cuestión de suerte. Conquistar Hollywood, a sus celebridades, y las pasarelas más importantes del mundo y es producto de la creatividad, el trabajo duro y acertadas estrategias.

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