La líder birmana Suu Kyi condena abusos en Rakhine ante el escepticismo de los grupos de DDHH

Por Antoni Slodkowski NAYPYITAW (Reuters) - La líder política de Birmania, Aung San Suu Kyi, condenó el martes cualquier violación de los derechos humanos en el convulsionado estado de Rakhine y dijo que todo el que fuese responsable se enfrentaría a la ley, añadiendo que sentía profundamente el sufrimiento de los afectados por el conflicto. Las afirmaciones de la galardonada premio Nobel de la paz fueron hechas en su primer discurso a la nación desde que los ataques de los insurgentes islámicos rohinyá el 25 de agosto provocasen una respuesta militar que ha obligado a más de 410.000 rohinyás a huir al vecino Bangladés. El mensaje de Suu Kyi fue bien acogido por los diplomáticos occidentales y responsables humanitarios, aunque algunos dudaron de que hubiese dicho lo suficiente como para frenar la oleada de críticas internacionales que ha recibido Birmania. Los grupos de derechos humanos mostraron desdén hacia las afirmaciones. Amnistía Internacional dijo que Suu Kyi y su gobierno estaban "escondiendo la cabeza como el avestruz" al ignorar el papel del ejército en la violencia. Las Naciones Unidas han calificado a la operación militar en el estado occidental como limpieza étnica. Suu Kyi no habló de esa cuestión pero dijo que su gobierno estaba comprometido con le ley. "Condenamos todas las violaciones de derechos humanos y violencia ilícita", dijo Suu Kyi en su discurso en la capital, Naypyitaw. "Estamos comprometidos con la restauración de la paz y la ley en la zona". Muy bien considerada en Occidente por su papel como defensora de la democracia en el país de mayoría budista durante los años de gobierno militar y arresto domiciliario, Suu Kyi se ha enfrentado cada vez a más críticas por decir poco sobre los abusos a los que se enfrentan los rohinyá. "Se tomarán medidas contra todo el mundo sin tener en cuenta su religión, raza o posición política, que vayan contra la ley del país y que violen los derechos humanos", dijo Suu Kyi. "Sentimos profundamente el sufrimiento de todas aquellas personas afectadas por el conflicto". EEUU instó al país asiático el lunes a que parase las operaciones militares, garantizase el acceso humanitario y se comprometiese a ayudar a los civiles a regresar a sus hogares de forma segura. Los generales birmanos mantienen el control completo de la seguridad y Suu Kyi no hizo comentarios sobre la operación militar, excepto para decir que "no ha habido enfrentamientos militares y ni no ha habido operaciones de desalojo" desde el 5 de septiembre. "Sin embargo, estamos preocupados sobre el número de musulmanes que ha huido al otro lado de la frontera", dijo Suu Kyi. "Queremos averiguar el porqué".