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Los incidentes racistas no se detienen mientras EEUU arde por la muerte de George Floyd

En las calles, plazas y parques de Estados Unidos miles y miles de personas han alzado la voz para denunciar el racismo y la injusticia que con frecuencia los grupos minoritarios sufren en el país, y ello ha generado enorme resonancia, solidaridad y apoyo a escala nacional y global.

Denunciar y frenar el racismo son, en realidad, imperativos críticos para la sociedad estadounidense.

Pero algunas personas al parecer no han caído en la cuenta de ello.

Svitlana Flom (der.), propietaria de un restaurante en Nueva York, con su esposo Gary frente al Metropolitan Opera House en 2016. (Photo by Ilya S. Savenok/Getty Images for Jaguar Land Rover)
Svitlana Flom (der.), propietaria de un restaurante en Nueva York, con su esposo Gary frente al Metropolitan Opera House en 2016. (Photo by Ilya S. Savenok/Getty Images for Jaguar Land Rover)

Ese sería el caso de Svitlana Flom, propietaria de un restaurante en Nueva York, quien hace unos días llamó varias veces a la policía para reportar que una mujer negra estaba “acosándola” y amenazando a sus hijos.

Al parecer, Flom, que es de raza blanca y está embarazada, estaba en un parque de Nueva York con sus hijos cuando se cruzó con una mujer, que según Los Angeles Times es de raza negra y según el New York Post se llama Janae García.

García, cuyo nombre de usuario sería @brownsugarbaby, colocó en Instagram varios videos del incidente que rápidamente se volvieron virales.

Hace unos días, un caso similar tuvo enorme resonancia. Amy Cooper, en el Central Park de Nueva York, llamó a la policía para reportar que un afroamericano “la estaba amenazando” cuando en realidad él solo le había pedido ponerle una correa a su perro, como es la norma en ese sitio.

Eso no sería un caso aislado, acotado solo a los actos de Cooper o Flom: que personas blancas reporten a la policía como amenazantes a personas de raza negra sin que exista justificación válida es un problema recurrente, un indicador más del privilegio abusivo y el racismo que permean la sociedad estadounidense.

Video del incidente de Cooper se hizo viral y causó una oleada de indignación por el racismo patente de la conducta de ella, quien incluso fue despedida de su trabajo.

Así, algunos han considerado que el caso de Flom sería un nuevo incidente de racismo de una persona privilegiada de raza blanca contra una persona de color.

Según la versión de García/@brownsugarbaby, ella estaba en una banca de un parque neoyorquino cuando Flom, “alarmada” porque ella estaba sentada allí, llamó al número 911 de emergencias en múltiples ocasiones. Primero, afirma, porque Flom pensaba que ella estaba fumando marihuana en público y luego para afirmar que estaba amenazándola a ella y a sus hijos.

García/@brownsugarbaby clamó que Flom quiso hacerla pasar como una agresora cuando en realidad es que quería que ella se fuera de “su vecindario” y pretendió que la policía atendiera su exigencia.

En los videos de Instagram del incidente no se aprecia que Flom o sus hijos sean objeto de agresión o amenaza.

Por su parte, Flom dijo que García/@brownsugarbaby manipuló los videos porque ella grabó durante cerca de 45 minutos y en Instagram solo se muestran unos minutos, con el fin de mostrarla a ella como racista.

Flom dijo que cuando le dijo a García/@brownsugarbaby y a otra persona que estaba con ella que no deberían estar fumando marihuana allí, García/@brownsugarbaby le respondió agresivamente “en su cara”. Flom pidió que la totalidad del video grabado sea revelado.

Si una u otra exageraron o fueron víctimas sería motivo de discusión, pero ciertamente si Flom estuvo frente a García/@brownsugarbaby durante 45 minutos mientras sus hijos estaban cerca de allí sugiere que no habría habido en realidad un peligro real para ella.

Si una madre con niños pequeños y además embarazada percibe un peligro, lo lógico es que se aleje del lugar para protección propia y de sus hijos. El haberse quedado por 45 minutos llamando al número 911 sugiere que, en realidad, lo que ella quería era que las autoridades se presentaran para realizar algún tipo de amonestación o sanción.

Y, en todo caso, llamar al número 911 cuando no se trata de una emergencia resulta impropio y cuando reportar falsamente un incidente es en muchos estados incluso motivo de sanción legal.

Si se trató de un incidente en que a una, otra o ambas se les subieron los humos sería una interpretación parcial de las cosas, pero habría otro componente que revelaría que Flom ciertamente pretendió usar a la policía para imponerse a García/@brownsugarbaby sin que sufriera en realidad una amenaza: todo el tiempo en que Flom siguió allí llamando una y otra vez al 911 sin que realmente peligrara durante ese tiempo.

Es en ello donde reside la acusación de racismo que ha caído contra Flom.

En todo caso, las amenazas de violencia que, según Flom, ella ha recibido vía mensajes de texto luego de que se ha divulgado el incidente son repudiables.

Y, en paralelo, el sentir una molestia o disgusto por la presencia de persona no hace de ello un peligro ni motivo para llamar a la policía para reportar una amenaza. Pero esa ha sido una práctica recurrente con la que afroamericanos y otras minorías han sido estigmatizados y perseguidos, algo que debe ser erradicado como parte de la imperativa lucha contra el racismo.

La policía ciertamente ha de responder a amenazas y peligros que afecten a las personas y las comunidades, pero ello debe hacerse con la debida justificación, legalidad y justicia.