Anuncios

La crisis del bipartidismo lleva el debate de la nación fuera del Congreso

Por Inmaculada Sanz MADRID (Reuters) - Las formaciones de reciente creación que se han colado esta semana en el debate del estado de la nación pese a no estar representadas en el Parlamento han puesto de manifiesto que el discurso político en España ha trasladado su escenario del Congreso a la calle. El encuentro en el que los grupos políticos hacen un repaso de la gestión gubernamental del año anterior se vio plagado de referencias más o menos veladas a Podemos y Ciudadanos, que, según los sondeos, podrían acabar con el bipartidismo reinante en el país en las últimas décadas. "Es bueno para España que los partidos que aún no hemos entrado (en el Parlamento) ya estemos marcando la agenda política y económica del país", dijo el miércoles el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Rivera, de 35 años, saltó al panorama nacional hace unos meses tras lograr nueve escaños en Cataluña en 2012 con un discurso de centroderecha con el que parece ir a robar votos al Partido Popular (PP) en las elecciones generales previstas para final de año. En un intento de atraer a su base electoral, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció el martes medidas de ayuda a las clases medias que, dijo, eran posibles gracias a los buenos datos macroeconómicos cosechados con las políticas económicas de los últimos tres años. Rajoy advirtió además contra quienes proponen "remedios mágicos", pero no citó por su nombre a dos partidos cuyo auge se vincula con el descontento de la población hacia las dos formaciones políticas mayoritarias, PP y Partido Socialista Obrero Español (PSOE), plagadas de casos de corrupción mientras la ciudadanía sufre el rigor de la crisis. "Vemos un Gobierno nervioso, más pensando en atacar a los demás, que en explicar qué ha hecho y sobre todo en pedir disculpas por aquello que o no ha hecho o ha hecho mal", añadió Rivera, que dijo que el Ejecutivo de Rajoy se había apropiado de propuestas suyas como la ley de la segunda oportunidad para las familias endeudadas. EL OTRO DEBATE DEL ESTADO DE LA NACIÓN El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) vaticina para Ciudadanos un 3,1 por ciento de los votos en un Parlamento dividido en tres grandes bloques representados por PP, PSOE y Podemos, el movimiento antiausteridad creado por profesores universitarios en enero de 2014. Podemos, al que el CIS sitúa como segunda fuerza política con un 23,9 por ciento de los votos tras un PP con el 27,3 por ciento, describió los dos días de debate como un "diálogo de sordos" entre dos partidos que han compartido "políticas fallidas" desde la restauración de la democracia en los años 70. En un concurrido mitin el miércoles por la tarde en Madrid, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, hizo su propio análisis del estado de la nación, dirigiéndose a un Rajoy ausente en un hipotético Congreso del que él fuera el líder de la oposición. "Hacía falta que la oposición respondiera al Gobierno, por eso estamos aquí", dijo Iglesias, de 37 años, ante unas 500 personas en el Círculo de Bellas Artes, a cuyas puertas se quedaron sin entrar otros cientos más. El mediático Iglesias, cuyas frecuentes participaciones en debates televisivos contribuyeron a que su formación lograra cinco eurodiputados en mayo pasado, exhibió unas cifras económicas que poco tenían que ver con el panorama descrito la víspera por Rajoy. Aclamado en varias ocasiones por el público como "presidente, presidente", Iglesias esbozó algunas propuestas, como un frente contra la corrupción o una reforma tributaria que incluya un impuesto para las grandes fortunas. "Ya está bien de que la única forma de responder a la crisis sea empeorando las condiciones laborales, privatizando los servicios públicos y bajando los salarios", dijo Iglesias. "Sabemos que necesitamos a los ricos, pero les vamos a pedir responsabilidad", añadió. Aunque Podemos y Ciudadanos consigan mantener el tirón entre los votantes logrado en los últimos meses, la previsible fragmentación política llevará a que sean necesarios pactos poselectorales de los que los comicios andaluces del próximo 22 de mayo pueden ser un adelanto. "Quien quiera que todo siga igual que se olvide de Ciudadanos y quien quiera reformas, hablemos", dijo Rivera el miércoles.