La casa de sus sueños se convirtió en una terrible pesadilla

Jerry Rice y Janice Ruhter tenían un hijo y otro en camino, y sentían un poco de presión por comprar una casa; por eso vieron los cielos abiertos cuando su agente de bienes raíces les mostró una pintoresca residencia en un tranquilo barrio de Carmel Valley, en San Diego, California.

Cuando se mudaron, comenzó una vida muy parecida a la que habían soñado. Pero apenas había pasado un mes, cuando apareció una nota en su puerta ofreciéndoles $100 mil dólares por la casa. ¡Fue ahí cuando empezó la pesadilla!
Al día siguiente, la casa estaba listada en un popular sitio web de bienes raíces. Y cuando se enteraron de que su agente no tenía nada que ver con esto, se sintieron aún más confundidos.

La pareja decidió ignorar la nota anónima, pero eso empeoró las cosas. El misterioso extraño los siguió acosando: lo próximo que hizo fue suscribirlos a varias revistas y empezaron a recibir facturas por $1,000 dólares en productos médicos.
Luego creó una invitación online para una fiesta de Fin de Año en su casa, y envió a las mujeres del vecindario tarjetas románticas de San Valentín firmadas por Jerry y publicó online una foto de Janice con un anuncio de “entretenimiento para adultos”. Pero, ¿quién podría tener alguna razón para acosarlos?

Fue entonces cuando la pareja decidió instalar cámaras de seguridad alrededor de la casa; Janice se inscribió en clases de defensa personal, y hasta planearon una ruta de escape en caso de emergencia. Después de agotar todas las opciones, buscando pistas desesperadamente, recordaron el anónimo que quería comprar la casa.

Por su contacto al final de la nota, localizaron al misterioso acosador en Facebook y alertaron de inmediato al fiscal del condado, que nunca antes había visto este tipo de acoso. La policía descubrió que una trabajadora del condado de 53 años, con un esposo enfermo y una hija discapacitada, había sido una de las interesadas en comprar la casa y, al no lograr su objetivo, había decidido vengarse. Cuando fue arrestada, admitió abiertamente ser la autora de tan macabras bromas, por las que enfrenta 9 años en una prisión federal.