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La "Bóveda del Fin del Mundo" está en peligro debido al calentamiento global

La enorme despensa subterránea está cerca de la localidad Longyearbyen. Almacena cerca de un millón de paquetes de semillas de casi todos los países (Foto: Dave Walsh/VW Pics/UIG via Getty Images)
La enorme despensa subterránea está cerca de la localidad Longyearbyen. Almacena cerca de un millón de paquetes de semillas de casi todos los países (Foto: Dave Walsh/VW Pics/UIG via Getty Images)

Longyearbyen, considerada la ciudad más septentrional del mundo, es también el lugar que más rápido se está calentando hoy en el planeta, según nuevo estudio.

El cambiante clima está matando de hambre a los renos y osos polares que viven en sus alrededores, y ha puesto en peligro además la famosa Bóveda Global de Semillas o Bóveda del fin del mundo o del juicio final.

El popular nombre de la Bóveda del juicio final se debe a que fue hecha para resistir terremotos, impactos de bombas nucleares, plagas, enfermedades y otros desastres. Aunque nadie imaginó que por allí comenzaría el principio de lo que podría ser nuestro “fin del mundo”.

Se trata del almacén de semillas más grande del planeta, creado con el fin de salvaguardar la biodiversidad de las especies de cultivos que sirven de alimento para los que habitamos este planeta en caso de una catástrofe global.

La enorme despensa subterránea está cerca de Longyearbyen. Almacena cerca de un millón de paquetes de semillas de casi todos los países, incluidos los alimentos básicos como el trigo y el arroz y especies raras como el frijol de Bermudas, en peligro crítico de extinción.

Para Marie Haga, directora ejecutiva de Crop Trust, que construyó la bóveda en 2008 en sociedad con el gobierno noruego, esta bóveda tiene lo último en protección contra fallas.

Argumenta además que siempre pensaron que Longyearbyen era el lugar perfecto para la bóveda de semillas, porque el área no es propensa a volcanes o terremotos, mientras que el sistema político noruego también es “extremadamente estable”.

El clima en Longyearbyen probablemente se está calentando más rápido que en cualquier otra ciudad de la Tierra. (Foto: Getty Creative)
El clima en Longyearbyen probablemente se está calentando más rápido que en cualquier otra ciudad de la Tierra. (Foto: Getty Creative)

Pero tan pronto como se abrió el banco de semillas, temieron que habría problemas. El permafrost cuando se ve afectado por las obras de construcción se vuelve a congelar con el tiempo, explica Haga.

A diferencia de lo esperado, el terreno alrededor del túnel de entrada de la bóveda nunca se volvió a congelar. En 2016 tuvieron fuertes lluvias inundaron la mitad del suelo del túnel. Aunque el agua no llegó a la bóveda, los obligaron a tomar medidas urgentes, explica Haga.

Los efectos del calentamiento en Longyearbyen

La ciudad ártica de Noruega, capital de las islas Svalbard, se erigió poco a poco desde 1896. Su naturaleza salvaje ha sido una de sus mayores atracciones para sus poco más de 2,000 habitantes y quienes visitan un lugar de imponentes glaciares, montañas irregulares y fiordos espectaculares.

Los que allí llegaron erigieron sus casas sobre una superficie siempre congelada, la que denominan como permafrost. Pero ese suelo hoy se está derritiendo más rápido que nunca como consecuencia del calentamiento global, de acuerdo con un reporte de la CNN.

Según Inger Hanssen-Bauer, investigadora principal del Instituto Meteorológico Noruego y editora del nuevo informe sobre Svalbard, el clima en Longyearbyen probablemente se está calentando más rápido que en cualquier otra ciudad de la Tierra debido al calentamiento acelerado del Ártico.

Allí las temperaturas, cada vez más elevadas, están derritiendo el hielo y la capa de nieve del permafrost. También se refleja menos la luz del sol y se absorbe más energía solar por las superficies más oscuras que han estado expuestas.

Se prevé que la temperatura promedio en Longyearbyen aumente entre 7°C y 10°C, y la lluvia entre 40% y 65%, para finales de siglo, dependiendo del nivel de emisiones de carbono globales.. (Foto: REUTERS/Balazs Koranyi)
Se prevé que la temperatura promedio en Longyearbyen aumente entre 7°C y 10°C, y la lluvia entre 40% y 65%, para finales de siglo, dependiendo del nivel de emisiones de carbono globales.. (Foto: REUTERS/Balazs Koranyi)

En su informe, Hanssen-Bauer eabunda que la temperatura media anual en Longybearbyen en 1900 fue de -7.8°C. Desde entonces, se ha aumentado en 3,7°C, más de tres veces el promedio global de alrededor de 1°C.

Esta localidad ártica está teniendo cada vez más días en los que la temperatura supera los cero grados. La experta insiste que “todas las proyecciones muestran que esto continuará”, además de que también el lugar se está volviendo más húmedo.

Cuando las lluvias llegan

Según el nuevo informe, se prevé que la temperatura promedio en Longyearbyen aumente entre 7°C y 10°C, y la lluvia entre 40% y 65%, para finales de siglo, dependiendo de los niveles de emisiones globales de carbono.

Igual detalla que a finales del siglo XX, como promedio anual, allí caían unos 200 milímetros (7,9 pulgadas) de lluvia. Ahora, explica Hanssen-Bauer, la ciudad ha vivido lluvias torrenciales de hasta 50 milímetros (2 pulgadas) de lluvia en un solo día.

Muchos de sus edificios son vulnerables porque están construidos sobre pilares de madera, hundidos en el permafrost. Ahora, con el cambio de clima, los pilares se mojan y comienzan a pudrirse, desestabilizando las casas.

Uno de los mayores peligros a los que se enfrentan ahora sus habitantes son las avalanchas, que pueden ser más frecuentes con las lluvias intensas y el permafrost degradado.

“Ya no podemos confiar en el permafrost”, dice Hege Njaa Aschim, gerente de comunicaciones de Statsbygg, la agencia gubernamental noruega responsable de bienes raíces, que posee el 75% de los edificios de la ciudad.

Statsbygg está construyendo 60 apartamentos a una distancia segura de las laderas de las montañas y evaluando cuántas de sus propiedades deben ser demolidas y reemplazadas. Pero para algunos, la construcción de viviendas a prueba de cambio climático no está sucediendo lo suficientemente rápido.