La batalla por la herencia de Carmena ya ha comenzado en Ahora Madrid

EFE
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Cuando el pasado 20 de junio los concejales de Ahora Madrid Celia Mayer y Carlos Sánchez Mato resultaron imputados por los presuntos delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos en su denuncia del Open de tenis ante la Fiscalía Anticorrupción la corporación municipal escenificó su propio trampantojo. Un nutrido grupo de ediles municipales arropó a los dos concejales mostrando una imagen de unidad interna que no era más que una ilusión óptica.

Esa foto solamente se pudo producir por la ausencia de Manuela Carmena, de viaje en Canadá para participar en el XII Congreso Mundial de Metrópolis. De no haber sido así cuesta creer que el equipo municipal de Ahora Madrid hubiera abrigado así a sus díscolos. Porque en realidad el partido empezó a resquebrajarse un mes antes. Justo cuando Mato y Mayer presentaron la denuncia por supuestas irregularidades en el convenio con la empresa organizadora del Mutua Madrid Open que ahora se ha vuelto en su contra.

Mato se aventuró a hacerlo. Y para ello convenció a su compañera de Izquierda Anticapitalista -una de las familias de la agrupación Ahora Madrid- Celia Mayer para desoír hasta tres dictámenes de los letrados municipales que desaconsejaban la citada denuncia al no hallar irregularidades. Las acusaciones son “subjetivas” señalaba el texto.

No era la primera vez que las diferentes sensibilidades de la corporación municipal ya que en marzo ocho concejales -entre ellos Carlos Sánchez Mato, Celia Mayer y Mauricio Valiente- se ausentaron del Pleno extraordinario del Ayuntamiento de Madrid convocado expresamente para condenar la “ocupación” de la CUP en la sede del PP en Barcelona -una condena aprobada por unanimidad-.

Y un mes antes, en febrero, los mismos ediles rechazaron invitar al Ayuntamiento a los familiares de los presos políticos de Venezuela. Entonces la alcaldesa y su mano derecha, la concejala de Equidad, Marta Higueras, rompieron la disciplina y votaron con el PP.

Pero se trataba de asuntos menores en comparación con la denuncia, y desobediencia, en el caso del Mutua Madrid Open. Ese día, sin viajes a Canadá de por medio, la alcaldesa observó todo lo sucedido en primera persona. Y el arrebato de Mato y Mayer ocurrió en el peor momento. Ellos denunciaban el convenio al mismo tiempo que Luis Cueto -principal persona de confianza de Carmena en el Ayuntamiento– estaba negociando con la empresa organizadora las condiciones para mejorar el acceso público al recinto de la Caja Mágica.

El desaire, por tanto, fue notorio y público. Toda una prueba de fuerza. Y a la alcaldesa no le tembló el pulso. La exjueza desautorizó a sus dos ediles apartándolos de Madrid Destino junto a la consejera delegada de la empresa municipal. Un golpe de efecto que demostraba a las claras lo que ella opinaba al respecto y marcaba el rumbo a seguir en lo que restara de legislatura.

Pero en estas llegó la imputación mientras ella se encontraba al otro lado del charco. La escenificación del respaldo a Mato y Mayer demuestra la falta de liderazgo de Carmena. No hay marcha atrás y ahora Carmena debe apechugar. Pero la guerra interna está abierta, y los miembros de la corporación ya van tomando posiciones para 2019 cuando Carmena deje el cargo. El primer episodio lo van a protagonizar Luis Cueto y Carlos Sánchez-Mato. Pero después vendrán más. Y a todo esto, por mucho que la Justicia les dé la razón a Mayer y Mato en el caso Mutua Open de Tenis -que eso aún está por ver-, hasta que no se resuelva el caso la oposición tendrá artillería de sobra para entorpecer y empantanar la legislatura. La batalla por la sucesión en Ahora Madrid ha comenzado.