La Asamblea francesa aprueba la reforma ferroviaria en vísperas de otra huelga

En la imagen, vista general de la plataforma de la estación de Lyon Perrache, en Lyon, el 3 de abril de 2018. REUTERS/Emmanuel Foudrot

Por Brian Love y Elizabeth Pineau

PARÍS (Reuters) - La cámara baja del Parlamento de Francia aprobó el martes la mayor reforma ferroviaria desde la nacionalización, con un proyecto que abolirá el monopolio estatal pese a las críticas de la oposición y las huelgas en marcha.

El sí de la Asamblea Nacional parecía llevar una de las reformas estrella del presidente Emmanuel Macron más allá del punto de no retorno, horas antes de otra huelga de trenes de dos días, la cuarta desde inicios de abril.

El enfrentamiento con los sindicatos ferroviarios, considerado hasta ahora el principal test a la determinación de Macron para impulsar reformas económicas, se vuelve ahora un examen de la resistencia para el personal de SNCF - 150.000 personas - que deja de cobrar cuando va a la huelga.

Antes de completar el trámite parlamentario, la norma habrá de ser aprobada en el Senado en mayo y su entrada en vigor ocurrirá a principios de julio como muy tarde, dijo un responsable del Ministerio de Transporte.

La reforma, la mayor desde la nacionalización en 1937, incluye el fin gradual del monopolio ferroviario de pasajeros del SNCF, empezando con competencia en las líneas de alta velocidad en 2020, y el final de una contratación de personal del SNCF con contratos de por vida y más protegidos que en otros sectores.

Un tercer pilar de la reforma cambiará la estructura corporativa por una sociedad por acciones. El Gobierno insiste en que seguirá siendo plenamente estatal, pero los sindicatos temen que se abra la puerta a la privatización, como ocurrió con cambios similares en France Telecom, hoy Orange.

PENDIENTES DE LOS SINDICATOS

Macron se ha mantenido firme ante unos sindicatos cuya huelga -paros nacionales de dos días de cada cinco hasta finales de junio- ha hecho mella en los servicios desde que comenzó el 3 de abril.

Los sindicatos tienen diferentes objetivos, y mientras CGT y Sud-Rail se oponen a abrirse a la competencia, CFDT y Unsa quieren sobre todo que el Gobierno absorba 46.000 millones de euros de deuda de SNCF.

Macron dijo el domingo que el Estado estaba dispuesto a asumir la deuda, generada principalmente por la inversión en las líneas de alta velocidad, pero fue vago en cuanto a la cantidad.

De lo que Macron y el resto de Francia estarán pendientes ahora es de la participación y el impacto de la huelga del miércoles y jueves de esta semana, y las de las próximas semanas.

Los sondeos de opinión muestran que la mayoría de los franceses apoyan la reforma, aunque también hay otros que dicen que los votantes quieren que el Gobierno tenga en cuenta las demandas sindicales.