Los líderes de la UE superan la parálisis diplomática para sancionar a Bielorrusia

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en Bruselas

Por Robin Emmott, Sabine Siebold y Jan Strupczewski

BRUSELAS, 1 oct (Reuters) - Los dirigentes de la UE rompieron el viernes su situación de bloqueo diplomático e impusieron sanciones a Bielorrusia tras horas de conversaciones en Bruselas, asegurando a Chipre que el bloque también castigará a Turquía si continúa con sus perforaciones en busca de petróleo y gas en las zonas en disputa del Mediterráneo.

El acuerdo sobre las sanciones contra unos 40 miembros del Gobierno bielorruso acusados de amañar las elecciones presidenciales de agosto supone el cumplimiento de la UE de su promesa de apoyar a los manifestantes prodemocracia de Minsk, así como la recuperación de algo de su credibilidad después de semanas de retrasos.

"La Unión Europea está tomando medidas contra aquellos que se interponen en el camino de la democracia", dijo la canciller alemana Angela Merkel tras las acaloradas discusiones entre los 27 Estados miembros de la UE, que se prolongaron hasta pasada la medianoche. "Creo que es una señal importante".

Mientras que Reino Unido y Canadá han impuesto sanciones a Minsk para mostrar su apoyo a las manifestaciones en el país, la parálisis en la UE, donde las decisiones se toman por unanimidad, ha hecho mella en la credibilidad de la política exterior del bloque, aseguran fuentes diplomáticas.

Chipre, uno de los miembros más pequeños de la UE, había bloqueado las acciones contra Bielorrusia durante un mes, insistiendo en que también se impusieran sanciones a su vecina Turquía por la prospección de petróleo y gas a lo largo de la costa de la isla mediterránea.

Alemania se opuso a adoptar una postura firme contra Turquía, temiendo que interrumpiera los esfuerzos por enfriar las tensiones con Grecia, también miembro de la UE.

(Información adicional de John Chalmers y Philip Blenkinsop desde Bruselas; escrito por Robin Emmott y John Chalmers; editado por Gerry Doyle; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)