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Líderes mundiales exigen al G-20 una respuesta global contra el coronavirus

Relevantes personalidades de múltiples países exigieron un liderazgo global que actúe con urgencia para evitar que el nuevo coronavirus se extienda y reaparezca en zonas vulnerables de Asia, África y Latinoamérica.

En una carta dirigida a los líderes del G-20, pidieron "una actuación inmediata coordinada a nivel internacional -en los próximos días- para hacer frente a las graves crisis sanitarias y económicas mundiales derivadas de la Covid-19".

Entre los firmantes, hay expresidentes, primeros ministros, cancilleres y otras figuras importantes entre los que se encuentran Tony Blair, premier británico entre 1997 y 2007, Felipe Calderón, presidente de México desde 2006 a 2012, y Fernando Henrique Cardoso, presidente de Brasil entre 1995 y 2002. De la Argentina, figuraron el expresidente Mauricio Macri y el economista y expresidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.

Respuesta sanitaria

El documento especifica que, a diferencia de la crisis financiera de 2008, la actual situación no podrá solucionarse hasta que no se resuelva la crisis sanitaria: "Y la emergencia sanitaria no se acabará solo con vencer a la enfermedad en un país, sino garantizando la recuperación de la Covid-19 en todos los países", afirman las personalidades internacionales, que recuerdan que incluso los sistemas sanitarios más avanzados se están tambaleando con el coronavirus.

En este punto, el texto insta a los líderes mundiales a ponerse "inmediatamente de acuerdo en asignar 8000 millones de dólares -según lo previsto por la Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación- a cubrir los vacíos más urgentes en la respuesta contra la Covid-19". Las partidas específicas a las que deben destinarse esos recursos serían: 1000 millones de dólares este año para que la OMS pueda llevar desempeñar su función, 3000 millones de dólares para vacunas y 2250 millones para terapias.

Según la OMS, casi el 30% de los países no tienen planes nacionales de respuesta a la Covid-19, y solo la mitad dispone de un programa nacional de prevención y control de las infecciones. Las estimaciones más optimistas del Imperial College de Londres indican que habrá alrededor de 900.000 muertes en Asia y 300.000 en África.

Conferencia mundial de donantes

Para cumplir con las exigencias, los firmantes propusieron la convocación de una conferencia mundial de donantes con el respaldo de un Grupo de Trabajo Ejecutivo del G20.

"Proponemos que se convoque una conferencia mundial de donantes -con el respaldo de un Grupo de Trabajo Ejecutivo del G20- con el fin de asignar recursos a estas urgentes necesidades sanitarias mundiales", reclamaron.

Respuesta económica

Con el fin de "impedir que una crisis de liquidez se convierta en una crisis de solvencia y una recesión mundial se convierta en una depresión mundial", solicitaron la coordinación de una serie de iniciativas fiscales, monetarias, de bancos centrales y antiproteccionistas.

"Se debería dar acceso a los acuerdos de canje de divisas a un grupo más amplio de bancos centrales; el FMI debería firmar acuerdos de canje con los principales bancos centrales y utilizar esos recursos de divisas fuertes para ofrecer ayuda financiera de emergencia a los países emergentes y en desarrollo. Pero es vital que, para evitar despidos masivos, las garantías que se ofrezcan en cada país vayan inmediatamente seguidas del apoyo de los bancos locales a las empresas y las personas", escribieron.

Aseguraron que las economías emergentes y los países más pobres necesitan una ayuda especial. "El FMI ha dicho que va a movilizar todos sus recursos. Tiene una capacidad de préstamo de 1,2 billones de dólares y la posibilidad de asignar de inmediato 600.000 millones de dólares. Además debería haber una asignación adicional de 500.000 millones a un billón en forma de Derechos Especiales de Giro (DEG). Al mismo tiempo, para garantizar que cada país tenga suficiente financiación, animamos a los miembros del FMI a que permitan que se excedan los límites de la cuota de préstamo en los países más necesitados", exigieron.

También pidieron ayuda al Banco Mundial. "El Banco Mundial puede aumentar la ayuda de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) a los países más pobres hasta aproximadamente 25.000 millones de dólares anuales y elevar la ayuda del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) a los países de rentas medias de 25.000 millones a 35.000 millones de dólares anuales sin dejar de cumplir con su techo de préstamo", propusieron en la carta.

También solicitaron a la comunidad internacional "condonar este año los pagos de la deuda de los países a la AIF, incluidos 44.000 millones de dólares que debe África, y pensar en un alivio de la deuda en el futuro".

La solución a largo plazo consistirá en la drástica revisión de la salud pública mundial y la transformación -con los recursos necesarios- de la arquitectura sanitaria y financiera del mundo entero. La ONU, el G20 y las partes interesadas deben trabajar codo con codo para coordinar las actuaciones posteriores.