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Los mismos once cabrones de siempre

BARCELONA, SPAIN - SEPTEMBER 12: Thomas Amang of Gimnastic de Tarragona is challenged by Sergio Busquets of FC Barcelona during the during the pre-season friendly match between FC Barcelona and Gimnastic de Tarragona at Estadi Johan Cruyff on September 12, 2020 in Barcelona, Spain. (Photo by David Ramos/Getty Images)
Busquets durante el amistoso contra el Nastic. Foto: David Ramos/Getty Images.

No se escandalicen ustedes por la frase. Si llevan más de treinta años en esto del fútbol, ya saben perfectamente a quién pertenece. Salamanca. Eliminatoria de Copa del Real Madrid. De John Benjamin Toshack se pueden poner en duda muchas cosas pero jamás el sentido del humor: “El lunes empiezo pensando que cambiaré a diez futbolistas, el martes a ocho, el jueves a cinco , el sábado a tres y al final el domingo acaban jugando los once cabrones de siempre”.

Ese “cabrón” es una traducción literal de un bastard mucho más cariñoso y entrañable que hiriente o peyorativo. Es casi una aceptación dolorosa de la realidad, más que un ataque desaforado a sus protagonistas. No nos consta que Ronald Koeman tenga el mismo sentido del humor que su colega galés pero la famosa frase de marras le iría como anillo al dedo al flamante nuevo técnico azulgrana. Y eso que solo llevamos un amistoso.

La victoria del Barça ante el Nàstic, por supuesto, deja brotes verdes interesantes, desde ese dibujo con tres mediapuntas a especialmente el desparpajo de Pedri y Trincao en la primera y segunda parte respectivamente. Nos gusta correr y ya están empezando a llover las comparaciones con Iniesta en el primer caso y Luis Figo en el segundo. Lo bueno es que se trata de gente del mundo del fútbol, técnicos, representantes y ex futbolistas los que han lanzado ambos nombres esta vez, no simples periodistuchos como el abajo firmante. El culé tiene que agarrarse a esos dos nombres (no a los de Figo e Iniesta sino a los de Pedri y Trincao) como a un clavo ardiendo puesto que son dos pequeños y excitantes oasis de novedad en un repetitivo desierto de aburrimiento.

De no ser por ellos, uno echa la mirada a la alineación del primer encuentro de la nueva era Koeman y se lleva las manos a la cabeza. Cualquier palabreja inmunda se sitúa en la punta de la lengua menos ILUSIÓN. De esa no hay mucha estos días. Pensándolo con más profundidad, tal vez la frase de Toshack aplica mejor a Josep Maria Bartomeu que a Ronald Koeman, especialmente en su versión extendida. Si cambiamos la progresión temporal de lunes a sábado por una edición mensual de agosto a septiembre, encaja como un guante. Cuando el todavía presidente azulgrana saltó a la palestra en una entrevista a Barça TV - gracias por invitarme- , decidió que sería buena idea animar al personal y sorprendió a propios y extraños con una supuesta lista de bajas, implícita en su explícita lista de intransferibles. Como consecuencia natural de esas palabras, el espectador aceptó la invitación del presidente a imaginarse un Barça sin Busquets, Suárez, Alba y, si seguimos la lista de Bartomeu al pie de la letra, hasta sin Gerard Piqué. A algunos horrorizará y a otros ilusionará, pero como mínimo era un cambio.

Flashforward a hoy y esa prometida (y anunciada a los cuatro vientos con trompetas, pomposidad y algarabía) limpieza no aparece por ningún lado. De aquí no se va ni el tato. De momento solo se ha dejado marchar a Ivan Rakitic y estamos esperando la oficialidad de lo de Arturo Vidal. Dos futbolistas que ponemos la mano en el fuego que hubieran abandonado el club igualmente incluso si el Barça hubiera vivido un final de temporada triomfant levantando la Champions en Lisboa. Si la gran revolución de Barto pasa por deshacerse del croata y del chileno - que insistimos todavía pertenece al club a la hora de escribir estas líneas- no queremos saber cuál hubiera sido la versión conservadora y no revolucionaria.

Luis Suárez sigue riéndose de todas las -según él- fake news, pidiendo entrenar y coqueteando con el Atleti pero sin la intención de moverse a ningún sitio a no ser que sea con la carta de libertad bajo el brazo. El uruguayo lleva dos años lejos de su mejor nivel pero viendo el 4-2-3-1 de Koeman, seguramente sería una de las piezas que mejor encajaría en ese uno final, teniendo en cuenta lo que volvimos a ver de Griezmann el pasado sábado.

Luisito no formó parte de ese equipo sobre el césped pero la defensa la formaron Sergi Roberto, Lenglet, Piqué y Jordi Alba, con Semedo y Junior en la segunda mitad. Messi sigue siendo el capitán, como era obvio.

La revolución era esto. Los mismos once cabrones de siempre.

Vídeo | Koeman: “Messi en buena forma es un jugador importantísimo”

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