El fenómeno Fernando Alonso nos impidió valorar a Kimi Räikkönen como se merece

Finnish Formula One driver Kimi Raikkonen of McLaren-Mercedes holds the trophy after winning the Brazilian F1 GP, 06 April 2003, at Interlagos race track, in Sao Paulo. Italian Giancarlo Fisichella of Jordan-Ford took the second place, while Spanish Fernando Alonso finished third.
AFP PHOTO/Mauricio LIMA (Photo by VANDERLEI ALMEIDA / AFP)        (Photo credit should read VANDERLEI ALMEIDA/AFP via Getty Images)
Räikkönne fue subcampeón del mundo en 2003 a tan solo dos puntos de Michael Schumacher y su Ferrari (Photo credit should read VANDERLEI ALMEIDA/AFP via Getty Images)

Después de dos décadas (con una pausa de por medio de dos años), Kimi Räikkönen anunció el pasado miércoles su retirada de la Fórmula 1 al final de la presente temporada. El piloto finés publicó ayer un post en su cuenta de Instagram con una serie de imágenes que resumen el que ha sido una trayectoria con muchos éxitos. Una trayectoria que en España ha pasado más desapercibida de lo que debería teniendo en cuenta sus números.

En 2001, Räikkönen se subió por primera vez al Sauber como piloto oficial. Esa misma temporada también debutó Fernando Alonso con el Minardi y, como es de cajón, en España todos los ojos se fijaron en el papel del asturiano dejando a un lado el rol del finés. Con el paso de los años ha quedado claro que el español está un paso por encima del piloto de Alfa Romeo pero quizá por ello podamos obviar los grandes números que consiguió al inicio de su carrera. De hecho, antes de que Alonso consiguiera acabar con la hegemonía de Michael Schumacher, fue Kimi quien estuvo más cerca de lograrlo.

En la que era tan solo su tercera temporada en F1, el finés, de la mano de McLaren-Mercedes, consiguió luchar hasta el final contra el Kaiser y su Ferrari. De hecho, se quedó solo a tres puntos de poder batir al siete veces campeón del mundo. Sin duda estamos hablando de algo muy serio teniendo en cuenta que solo tenía 24 años.

Dos años más tarde se volvió a quedar con la miel en los labios cuando la falta de fiabilidad de los de Woking le impidió luchar hasta el final el título con Fernando Alonso. Sin embargo, a pesar de sus logros con tan prematura edad, nunca consiguió resaltar tanto como sí hicieron Alonso o Lewis Hamilton. El relato viró a la lucha entre el español y el británico y Kimi siempre se ha quedado en un segundo plano. Incluso cuando ganó el título en 2007, el último que ha conseguido Ferrari, se atribuyó más a la pelea interna que había en McLaren que al trabajo que realizó el finés.

Nadie está diciendo que el finés esté a la altura de un Alonso, Schumacher o Hamilton, pero sí que ha quedado eclipsado a lo largo de su trayectoria por otros nombres cuando a nivel de talento no le tiene nada que envidiar a nadie. Simplemente, no ha acostumbrado a estar en las quinielas de nadie cuando por calidad siempre le tendríamos que haber tenido en cuenta. Su forma de ser fría y distante, diciendo siempre lo que dice sin tapujos, le ha convertido en uno de los pilotos más carismáticos de los últimos tiempos. Esto tiene una contra partida, se le conoce más por lo que dice o hace fuera de las pistas que por su rendimiento excelente.

Pero los números no mienten. Con 341 GPs a sus espaldas es el piloto con más en toda la historia de F1. Es el quinto piloto con más podios con 103 en su casilleros y es el tercer con más vueltas rápidas. Además, ha ganado en 21 ocasiones y ha sumado 18 poles. Con unos últimos años lejos de las posiciones cabeceras, su marcha no se notará tanto en lo que emoción se refiere pero se va un piloto brillante que junto a otros ha marcado una generación. Por A o por B nunca se le ha valorado como es debido pero los datos hablan por sí solos. La F1 dice adiós a 20 años de talento.

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