Kenia busca más apoyo de Occidente tras ataque en universidad

Por Edith Honan y Drazen Jorgic NAIROBI (Reuters) - Kenia necesita más ayuda de sus aliados estadounidenses y europeos en inteligencia y medidas de seguridad para prevenir nuevas masacres perpetradas por la insurgencia somalí, dijo la ministra de Relaciones Exteriores del país, Amina Mohamed, a Reuters en una entrevista. La matanza de 148 personas en un campus universitario la semana pasada ha sumado presión sobre el presidente Uhuru Kenyatta para que detenga los frecuentes ataques con armas y granadas perpetrados en suelo keniano por el grupo somalí al Shabaab, alineado con al Qaeda. Mohamed aseguró que Kenia, acérrimo aliado de Occidente en la lucha contra el islam radical en el este de África, ya recibe apoyo en inteligencia, pero está detrás de ayuda adicional en el área de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR, por sus siglas en inglés). "Ahora estamos buscando cualquier cosa que podamos necesitar y una de las áreas a mejorar es la de ISR, mejorar la capacidad, mejorar la recopilación y el equipamiento en inteligencia", dijo la ministra en una entrevista. El jueves pasado, milicianos armados de al Shabaab irrumpieron en el campus universitario de Garissa, a unos 200 kilómetros de la frontera somalí. Inicialmente, dispararon indiscriminadamente, pero más tarde separaron a los musulmanes de los cristianos, para matar sólo a los segundos. El grupo musulmán radical ha matado a más de 400 personas en Kenia desde que Kenyatta subió al poder en abril de 2013. "Estamos llevando a cabo un análisis para ver dónde necesitamos apoyo adicional", dijo en su oficina en Nairobi, cerca del lugar donde al Qaeda bombardeó una embajada estadounidense en 1998, matando a más de 200 personas en el ataque más letal de la historia del país. En 2013, Estados Unidos envió a varios investigadores del FBI para ayudar a Kenia en las investigaciones en torno al atentado contra el centro comercial de Westgate, que acabó con 67 muertos tras un secuestro de casi cuatro días. Mohamed sostuvo que Kenia está buscando modos de establecer más puestos fronterizos y mejorar la vigilancia en toda la frontera, un área donde aliados extranjeros podrían ayudar. Kenia respondió al ataque de Garissa bombardeando dos campamentos de al Shabaab en Somalia, mientras Kenyatta pidió el sábado a la comunidad musulmana ayuda para erradicar la radicalización en el hogar, diciendo que los que planearon y financiaron el ataque estaban "profundamente arraigados" en la sociedad keniana. Mohamed dijo que Kenia tiene pensado recopilar una lista de jóvenes radicalizados en las próximas semanas, para determinar la escala del problema dentro de la comunidad musulmana, que representa un 10 por ciento de la población de Kenia, de 44 millones de personas. "Estamos esperando ver cuán grandes son las cifras", dijo Mohamed. "La idea es, para nosotros como Gobierno, intentar y responder por esa gente y (...) ayudarlos a desradicalizarse", concluyó. (Traducido por la Redacción de Madrid. Editado por Lucila Sigal)