Keir Starmer desvela sus planes para cambiar el sistema de inmigración británico tras el récord de llegadas
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha declarado que su Gobierno tiene la intención de revisar el sistema de inmigración después de que nuevos datos mostraran que las llegadas al país habían alcanzado una cifra récord.
Las cifras publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) el jueves sitúan la migración neta en más de 900.000 personas en el año hasta junio de 2023, cifras que Starmer achacó al anterior Gobierno conservador. "Una y otra vez, el Partido Conservador prometió que reduciría las cifras. Una y otra vez, fracasaron", dijo.
"Un fracaso"
"Este es un fracaso de otro orden. Esto no ha ocurrido por accidente. Las políticas se reformaron deliberadamente para liberalizar la inmigración. El Brexit se utilizó con ese fin para convertir a Gran Bretaña en un experimento de nación única con fronteras abiertas." Starmer dijo que su Gobierno planea revisar la inmigración basada en un sistema de puntos introducido por los conservadores en 2021 después del Brexit.
Ese sistema otorga puntos a los solicitantes por habilidades y cualificaciones específicas, y a los que no alcanzan el umbral no se les concede un visado. Un alto nivel de inmigración legal en el Reino Unido fue una de las fuerzas impulsoras de la votación para retirarse de la Unión Europea en 2016. Starmer dijo que ese sistema tenía que cambiar para favorecer a los trabajadores británicos, ya que "nuestra economía depende irremediablemente de la inmigración."
"El Comité Asesor de Migración ya está llevando a cabo una revisión y allí donde encontremos pruebas claras de sectores que dependen en exceso de la inmigración, reformaremos el sistema basado en puntos y nos aseguraremos de que las solicitudes para las rutas de visado pertinentes, ya sea la ruta de trabajadores cualificados o la lista de baja ocupación, ahora vendrán con nuevas expectativas sobre la formación de las personas aquí en nuestro país", dijo en una rueda de prensa en Londres.
Starmer también prometió tomar medidas enérgicas contra el "abuso de las vías de visado" y prohibir a las empresas que se nieguen a cumplir la nueva normativa la contratación de mano de obra extranjera.
La inmigración es un tema muy controvertido en el Reino Unido, donde muchos votantes temen que la afluencia de inmigrantes suponga una carga para los servicios públicos. Pero algunos sectores, como la Sanidad, sostienen que no podrían funcionar sin el personal extranjero.
La Oficina Nacional de Estadística (ONS, por sus siglas en inglés) señaló que, tras el pico récord, el número de inmigrantes se redujo a 728.000 para el año que finaliza en junio de 2024 debido a la disminución del número de personas a cargo que acompañan a los titulares de visados de estudios tras un cambio en las normas.
La oficina dijo que el salto en 2023 se debió probablemente a una mejor disponibilidad de datos y a una información más detallada sobre los visados para ucranianos. Mientras tanto, la ministra británica del Interior, Yvette Cooper, ha firmado un acuerdo con Irak para combatir las bandas de traficantes de personas y reforzar la seguridad fronteriza.
El acuerdo, firmado durante una visita de tres días a Bagdad y Erbil, constituye el mayor esfuerzo operativo contra la delincuencia organizada entre ambos países. Starmer calificó el acuerdo de "primicia mundial".