Del karate al gas pimienta: las mujeres indias se defienden de las agresiones sexuales

Por Rupak Chowdhuri y Nivedita Bhattacharjee

CALCUTA/BENGALURU, 10 dic (Reuters) - La profesora india de karate Monimala Halder comenzó a practicar este deporte en su adolescencia como una manera de ponerse en forma. Hace unos meses, ella y su hermana usaron sus habilidades para defenderse de dos hombres en una motocicleta que intentaban agarrarlas mientras pasaban a su lado.

"Atrapé al piloto del asiento trasero justo cuando estiraba la mano hacia nosotras y les dimos una paliza", dice Halder, de 35 años, quien ha observado un incremento en el número de mujeres que acuden a las clases de autodefensa en un país en el que las mujeres y los niños son desde hace mucho tiempo objeto de la violencia sexual.

El viernes, la policía mató a tiros a cuatro hombres sospechosos de violar y matar a una veterinaria de 27 años cerca de la ciudad de Hyderabad, en el sur del país.

Algunos grupos de derechos humanos y políticos criticaron esta acción, diciendo que les preocupaba que no se hubiera respetado el proceso judicial, pero la intervención fue aplaudida por la familia de la víctima y muchos ciudadanos indignados por la creciente violencia contra las mujeres.

La India reforzó sus leyes sobre la violencia sexual tras la ola de indignación generada por la violación y el asesinato en grupo de una mujer en un autobús de Delhi en 2012. Las violaciones denunciadas aumentaron un 31% entre 2012 y 2017, según cifras estatales, lo que las autoridades atribuyen a una mayor conciencia pública más que a un aumento de las agresiones.

No obstante, el reciente aumento de las agresiones ha provocado una renovada ira en las mujeres de toda la India, que están recurriendo a todo tipo de respuestas ante este escenario, desde tomar clases de karate hasta pulverizadores de gas pimienta.

Más de 100 personas se presentaron el domingo en dos campos de entrenamiento en Calcuta para aprender técnicas de autodefensa y grupos de voluntarios están organizando campamentos similares en otras partes del país.

"He aprendido a defenderme usando objetos cotidianos como un bolso de mano o una bufanda, y también cómo podemos usar las rodillas para protegernos", dice Anita Roy, de 32 años, que asistió a uno de los campamentos de Calcuta.

En la ciudad septentrional de Faridabad, Akanksha Kathuria, que tiene dos hijas gemelas de seis años de edad, dice que planea organizar clases de autodefensa después de leer sobre el caso de Hyderabad y el de una mujer en Unnao, en el estado septentrional de Uttar Pradesh, que murió la semana pasada después de que el violador y otros agresores la prendieron fuego presuntamente.

"No debería tener que criar a mis hijas con el temor constante de que algo malo les ocurra", dice.

GAS PIMIENTA

Los expertos en autodefensa dicen que sólo una minúscula proporción de los más de 650 millones de mujeres de la India tiene acceso a esas clases, y que esos campamentos suelen ser accesibles sólo para quienes viven en las ciudades. Todavía son pocos los que pueden comprometerse con estos programas a largo plazo.

"Cada vez que hay un incidente importante, vemos un pico en las consultas", dijo Ritesh Reddy, que enseña autodefensa en el centro tecnológico de Bengaluru. "Pero el desafío es aprender que la autodefensa requiere un compromiso de implicación."

No son sólo las clases de autodefensa las que han experimentado un aumento de la popularidad. El brazo indio de Amazon dijo que las ventas de aerosol o "spray" de gas pimienta habían aumentado ocho veces desde el caso de Hyderabad.

Los diez artículos de "seguridad y protección" más vendidos en la página de Amazon en la India la semana pasada fueron los aerosoles de pimienta, en comparación con los portales en Estados Unidos, Canadá o Singapur, donde los dispositivos de control doméstico y los sistemas de alarma fueron los más populares.

"Nos hemos quedado sin inventario en los últimos cuatro o cinco días", dice Rana Singh, propietaria de Aax Global, con sede en Bengalauru, que fabrica los populares aerosoles de pimienta de la marca Cobra.

Singh dice que estos botes, diseñados para caber en el bolso de una mujer, son el producto más solicitado de la compañía.

En el estado de Uttar Pradesh, donde se registraron más de 4.200 casos de violación en 2017 —la mayor cifra en el país—, las víctimas han formado una organización, Brigada Roja, cuyo objetivo es empoderar a las mujeres.

"Apenas hay una escuela en la ciudad de Lucknow donde no hayamos llevado a cabo nuestros campamentos", dice la fundadora, Usha Vishwakarma.

Las protestas han continuado en toda la India desde la muerte de las dos víctimas en Hyderabad y Unnao, y muchas personas se desahogan en línea sobre un problema que algunos consideran endémico.

"Esto tiene que terminar", dice Shraboni Lahiri, residente de Mumbai, madre de una niña de cuatro años.

"No es posible, ni sano, controlar a tu hija cada segundo del día."

(Información de Rupak De Chowdhuri en Calcuta y Nivedita Bhattacharjee en Bengaluru; información adicional de Sankalp Phartiyal y Devjyot Ghoshal en Nueva Delhi; editado por Euan Rocha y Nick Macfie; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)