Kamala Harris y Jill Biden eligen a casas de diseño de origen latino

Tras el mensaje de esperanza, unidad y posibilidades de futuro dado por el presidente electo Joe Biden en su discurso victorioso del sábado por la noche en Wilmington, Delaware, su mujer Jill parecía transmitir un mensaje similar con el animado vestido de flores que lució.

Durante el discurso pronunciado antes del de su compañero de fórmula, la vicepresidenta electa Kamala Harris también insistió en la promesa de un Estados Unidos mejor.

Homenaje al movimiento sufragista

Vestida con un traje de pantalón color marfil de Carolina Herrera, en cuya solapa llevaba puesto un pin de la bandera de Estados Unidos, y una blusa de seda con lazo en el cuello, Harris habló con confianza de lo que puede deparar el futuro y animó a las niños a que se imaginen a sí mismos haciendo cosas que otras personas tal vez aún piensan que son imposibles.

Con su traje blanco la futura vicepresidenta le rindió un homenaje al movimiento sufragista, surgido a inicios del siglo XX, que promovía el voto femenino y que abrió las puertas a la participación política de las mujeres.

En el exterior del Chase Center, miles de personas sentadas sobre los techos de sus automóviles, o de pie, escucharon atentamente los discursos y, en algunos casos, ondearon banderas de Estados Unidos. Muchos millones de personas vieron desde su casa un evento televisado imperdible después de una campaña que se ha parecido más a una batalla campal.

Tras subir al escenario vestido con un traje azul marino y una corbata azul claro, Biden prometió que será un presidente que “no busque dividir, sino unir”. Ante la multitud de seguidores, dijo: “Seamos la nación que sabemos que podemos ser. Una nación unida, una nación fuerte, una nación sana. No hay nada que hayamos intentado hacer y no hayamos conseguido”.

Después de su discurso, se sumaron al escenario la esposa de Biden, ataviada con un vestido de Oscar de la Renta, y el resto de su familia, quienes saludaron a la multitud. El presidente electo habló sin mascarilla, pero su familia se la dejó puesta. Su esposa se destacó con su vestido de manga corta con dobladillo asimétrico. Laura Kim y Fernando García de Oscar de la Renta fueron los diseñadores de este alegre vestido.

El sábado por la noche, la firma de moda promocionó la colaboración entre sus 4,8 millones de seguidores en Instagram con una foto del presidente electo y la futura primera dama. “Hoy felicitamos a nuestro presidente electo Joe Biden y a la [futura] primera dama Jill Biden. Jill Biden, de pie a su lado, luce un vestido azul marino de flores de Oscar de la Renta”.

Preguntado el domingo, Alex Bolen, director ejecutivo de la empresa, dijo: “Somos fans de la doctora Jill Biden desde hace muchos años y hemos tenido el privilegio de trabajar con ella antes. A Oscar le encantó la oportunidad de trabajar con mujeres exitosas, ya que le parecen especialmente inspiradoras modelos como [la ex] secretaria [de estado, Hillary] Clinton, [Laura] Bush y la doctora Biden”, dijo Bolen.

“Al igual que Oscar, Laura [Kim] y Fernando [García] disfrutan el desafío de ayudar a las mujeres a tomar las riendas de sus vidas ‒especialmente si esas vidas se desarrollan en la escena mundial‒ sintiendo una confianza tremenda”, dijo Bolen. También felicita a los Biden y a la senadora Harris en nombre de la pareja de diseñadores, él y su esposa Eliza, vicepresidenta ejecutiva de la empresa. “Les deseamos mucho éxito”, dijo Bolen.

De la Renta, fallecido en 2014, vistió a varias primeras damas en ocasiones clave a lo largo de los años, entre otras, Laura Bush y Hillary Clinton. Es sabido que Ivanka Trump se ha vestido de Oscar de la Renta en algunas ocasiones durante el período de gobierno de su padre.

Actualmente, la fuerza creativa detrás de Carolina Herrera es Wes Gordo, pero el fundador de la empresa vistió varias veces a primeras damas. Otro diseñador de Nueva York, Prabal Gurung, vistió a Harris con un traje de pantalón para su discurso de aceptación en la Convención Nacional Demócrata celebrada el verano pasado.

En cierto momento, los diseñadores se esforzaban por difundir la noticia cuando una primera dama se vestía con uno de sus conjuntos. A medida que las mujeres van recibiendo reconocimiento por sus logros más que por su aspecto, eso ha disminuido un poco. Además, la polémica división política ha hecho que muchos permanezcan en silencio en lugar de ofender a las compradoras de cualquier signo o partido político. Los negocios son negocios y muchos necesitan más que nunca atraer consumidores y vender lo que sea, debido a la escasez de ventas, el cierre de las tiendas y los códigos de vestimenta superinformales provocados por la pandemia.

Biden podría ayudar a revolucionar la industria de la moda en Estados Unidos, cuando en enero se presente en la escena internacional como primera dama. Conocida por comprar en comercios locales, por preguntar precios e ir de compras en su ciudad natal de Wilmington, Delaware, las decisiones estilísticas de Biden pueden ser cambiantes.

En los últimos meses, ha pasado de lucir estilos clásicos de marcas contemporáneas menos conocidas a vestirse de poderosos diseñadores que tienen muchos seguidores en las redes sociales, como Ralph Lauren, Christian Siriano y Brandon Maxwell. Lauren, al igual que De la Renta y Herrera, es bipartidista en lo que se refiere a vestir a las figuras políticas y a sus cónyuges. Diseñó el traje personalizado en color azul pálido que usó la primera dama Melania Trump durante la toma de posesión de su marido. La primera dama de Estados Unidos ha sido criticada por no usar más prendas de diseñadores estadounidenses, pero algunos dijeron abiertamente que no la vestirían.

Como profesora de toda la vida, Biden entiende bien la ecuación según la cual unas ventas sólidas pueden generar más puestos de trabajo para una marca o una tienda de moda. Ciertamente, en la historia reciente, el sustento de generaciones y generaciones de estadounidenses e inmigrantes ha dependido de su trabajo como empleados en puestos básicos de las fábricas de moda. ROSEMARY FEITELBERG

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