Kaia Gerber sigue la mejor regla de Cindy Crawford: vivir sin contar calorías

Que tu madre se haya dedicado a lo mismo que tú y, además, sea considerada una de las mejores en su profesión, te da una gran ventaja porque tienes en casa a una maestra de excepción. Kaia Gerber tiene esa suerte ya que convive con una de las mujeres por las que nació el término ‘supermodelo’, así que conoce de primera mano los consejos que mantuvieron a Cindy Crawford en la cumbre del éxito. Entre todos esos trucos, su progenitora no solo le ha inculcado predilección por los looks de belleza sencillos que definen la naturalidad, también le ha enseñado que el equilibrio en la alimentación es vital para mantener las medidas perfectas que requiere la industria, sin caer en aquellas restrictivas dietas que tanto dañan la salud.

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“Es divertido tomar helado de postre con tu familia. Nunca quise ser el tipo de madre que dice ‘Oh, no, no puedo comer esto o lo otro’. Supongo que no es el tipo de ejemplo que quiero establecer”. En estas recientes declaraciones de Cindy a People, deja claro que no cree en las dietas estrictas y, aunque el trabajo que ha elegido su hija pequeña dependa de la apariencia física, no está dispuesta a dejar que se obsesione contando calorías: “Especialmente con Kaia, no quería que pensara que para ser modelo tenía que dejar de disfrutar de ese tipo de cosas. Claro que se puede. Simplemente se debe disfrutar de ellas con moderación”.

Esta filosofía de vida que la familia Gerber cumple a rajatabla se resume en un sencillo mantra: pórtate un 80% bien, el 80% del tiempo. Es decir, ni cuando se come de forma saludable hay que obsesionarse con las calorías, ni hay que consagrarse a una dieta healthy de por vida… un 20% del tiempo se puede sucumbir a algún capricho sin sufrir cargos de conciencia. La propia Cindy admite que aunque ha tenido que reducir el consumo de pan, arroz y del alimento favorito de Kaia, explica que habitualmente se recompensa con un chocolate, por ejemplo, si sale a comer a una hamburguesería no pide las patatas fritas, pero no se resiste a un batido de chocolate.

Equilibrio y sentido común, la supermodelo de los noventa conoce a fondo la industria en la que su hija está triunfando y por eso se asegura día tras día de que su alimentación siga estas dos máximas. ¿El momento ideal para predicar con el ejemplo? Cuando hornean pasteles, el plan foodie del que madre e hija suelen disfrutar juntas.