Juzgarán por homicidio a cazadores acusados de matar a líder indígena en Brasil

Río de Janeiro, 7 abr (EFE).- Un juez brasileño aceptó la denuncia por homicidio calificado hecha por la Fiscalía contra dos cazadores acusados de haber asesinado en noviembre pasado a un líder de la etnia Guajajara que intentó expulsarlos de su reserva en la Amazonía, informaron este martes fuentes oficiales.

Los reos fueron acusados de haber asesinado a tiros al líder indígena Paulo Paulino Guajajara, uno de los llamados "Guardianes de la Floresta", un grupo de indios que ha ganando fama mundial por dedicarse a proteger las reservas indígenas en la Amazonía de las invasiones de madereros y cazadores.

Según la Fiscalía, el guardián de 26 años murió en una emboscada perpetrada por los cazadores a los que intentaba expulsar de la reserva Guajajara, y en la que también murió un hombre identificado como Márcio Gleik y quedó herido el indígena Laércio Guajajara.

La Justicia Federal del estado de Maranhao consideró procedentes las acusaciones contra los cazadores Antonio Wesley Nascimento Coelho y Raimundo Nonato Ferreira de Souza, y aceptó juzgarlos por los delitos de homicidio calificado e intento de homicidio, informó este martes el Ministerio Público Federal en un comunicado.

El "Guardián de la Floresta" es uno de los cinco líderes de la etnia Guajajara asesinados en los últimos cinco meses en reservas indígenas en el estado amazónico de Maranhao en conflictos entre los indios y cazadores o madereros.

De acuerdo con la Fiscalía, los acusados invadieron la reserva de los Guajajaras el 30 de octubre a bordo de motocicletas y portando armas de fuego para cazar y capturar ejemplares de fauna silvestre.

Los cazadores abandonaron sus motocicletas en la carretera para internarse en la selva, pero los "guardianes" encontraron los vehículos, los damnificaron y "decomisaron" uno de los mismos para poder probar la invasión ante la Policía.

Dos días después, al regresar, los cazadores percibieron la ausencia de una de las motocicletas y le siguieron el rastro hasta el lugar en donde acampaban los indios, a los que atacaron desde la floresta con tiros de escopeta.

INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS A LA COMUNIDAD INDÍGENA

El juez que aceptó la denuncia no solo decidió procesar a los dos cazadores por homicidio sino que aceptó la petición de la Fiscalía de que, si son hallados culpables, sean obligados a pagarle a la comunidad indígena una indemnización por daños materiales y morales.

Según la denuncia hecha por la Fiscalía y acogida por la Justicia, los crímenes tuvieron el agravante de "haber afectado a toda la comunidad indígena, ya que fueron cometidos contra los responsables por proteger la tierra y la cultura indígenas".

De acuerdo con el Ministerio Público, el ataque generó temor a toda la comunidad debido a que Paulino Guajajara, que murió, y Laércio Guajajara, que quedó herido, eran conocidos integrantes del grupo "Guardianes de la Floresta" y fueron atacados por "ejercer el papel de protectores de la comunidad".

La semana pasada el cuerpo de otro líder de la misma etnia indígena, Zezico Guajajara, fue hallado tiroteado en la carretera de acceso a la Tierra Indígena Arariboia.

La víctima era director del Centro de Educación Escolar de Azuru y había recibido amenazas de muerte por las disputas por la tierra y la lucha contra la deforestación en esa región amazónica.

En la Tierra Indígena Araribóia, una reserva de 413.000 hectáreas compartidas por unos 12.000 indios de tres diferentes etnias, entre los cuales parte de los Guajajara, se han hecho recurrentes los conflictos entre indios y madereros y cazadores.

Según la Sociedad de Derechos Humanos de Maranhao, desde 2016 hasta finales del año pasado fueron registrados trece asesinatos de indígenas en esa reserva en conflictos con madereros.

La violencia contra los Guajajara llevó al Gobierno a enviar a la región agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública, un grupo de elite de la policía, que recibieron autorización para reforzar la seguridad en los territorios indígenas desde diciembre.

Según el Consejo Misionero Indigenista, las invasiones de tierras indígenas en Brasil subieron un 44 % desde enero de 2019, cuando asumió la Presidencia el ultraderechista Jair Bolsonaro, que se ha caracterizado por sus críticas a la creación de reservas y recientemente autorizó la explotación mineral en las mismas.

Para la organización Survival International, las crecientes invasiones y ataques a reservas son fruto de la retórica anti-indigenista de Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército que cuenta con el respaldo de los grandes hacendados.

(c) Agencia EFE