Quién era Justa Freire, la maestra represaliada que ha perdido su calle en Madrid

Aunque han sido apenas cuatro años los que ha estado Justa Freire en el callejero de Madrid, su legado como maestra permanece mucho más en el tiempo. El Ayuntamiento de la capital ha ejecutado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia madrileño y ha restituido el nombre del General Millán Astray a la vía. Una decisión que ha levantado polémica por el rechazo del consistorio a recurrir.

Así la pedagoga queda relegada al olvido nuevamente. Pero, ¿quién era y por qué su labor fue tan importante?

Justa Freire comparte mesa con sus alumnos (Wikipedia/Manolo Rincón/CC BY-SA 4.0)
Justa Freire comparte mesa con sus alumnos (Wikipedia/Manolo Rincón/CC BY-SA 4.0)

Justa nació en 1896 en la localidad zamorana de Moraleja del Vino y dedicó toda su carrera a la enseñanza, en una época de gran resurgimiento cultural en España, pero que también vivió uno de sus episodios más negros con la Guerra Civil.

Tras estudiar Magisterio en 1918 obtuvo su plaza como maestra y también en ese mismo año se afilió a un sindicato, concretamente a la Unión General de Trabajadores (UGT). Su primer destino fue una pequeña escuela rural en la sierra de Ávila, donde ya empezó a mostrar su pasión por la enseñanza.

En 1921 la joven profesora se trasladó a Madrid, tras obtener plaza en el Grupo Escolar Cervantes, un centro vinculado a la Institución Libre de Enseñanza, que precisamente, al igual que ella, también perderá su calle próximamente en la capital por el mismo motivo.

Gracias a la Junta para la Ampliación de Estudios, Freire pudo viajar becada a países como Francia y Bélgica, donde conoció otros métodos pedagógicos y amplió sus conocimientos. En 1933 fue nombrada directora del Grupo Escolar Alfredo Calderón, siendo una de las primeras mujeres españolas en dirigir un equipo docente formado por hombres.

La calle de Millán Astray en el lugar en el que estaba la de Justa Freire. (Photo By A. Perez Meca/Europa Press via Getty Images)
La calle de Millán Astray en el lugar en el que estaba la de Justa Freire. (Photo By A. Perez Meca/Europa Press via Getty Images)

Sin embargo, pronto iba a llegar la Guerra Civil, truncando cualquier esperanza de progreso. Ante la imposibilidad de mantener las clases abiertas durante el conflicto, la maestra se traslada a Valencia y organiza, junto a otros docentes, las Comunidades Familiares de Educación, donde estos vivían junto a los alumnos en un clima casi familiar.

En estos años Freire tuvo varios cargos de responsabilidad para el Gobierno republicano y al finalizar la guerra fue detenida por el franquismo y encarcelada en la prisión madrileña de Ventas, donde siguió organizando clases de alfabetización e incluso tuvo entre sus alumnas a las Trece Rosas.

Ya fuera de la cárcel, en 1952 solicitó el reingreso en el cuerpo funcionarial de magisterio, algo que se le concedió al año siguiente, aunque se le retiraron todos los derechos previos y se le prohibió ejercer en Madrid. Finalmente en 1958 pudo volver a la capital, donde dio clases en el Colegio Británico.

En sus últimos años escribió en revistas especializadas como El Magisterio Español hasta su muerte en 1965 a los 68 años.

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