El juicio por la matanza de Jesuitas en El Salvador afronta testimonios clave

Madrid, 8 jul (EFE).- El juicio contra el excoronel salvadoreño Inocente Montano por la matanza de cinco jesuitas españoles cometida en El Salvador en 1989 se reanuda este miércoles en Madrid con el testimonio clave del exteniente René Yusshy, el único alto mando que confesó y colaboró con la Justicia española en el esclarecimiento de los hechos.

La Fiscalía pide 150 años de cárcel para Montano, antiguo alto mando militar y exviceministro de Defensa, y único acusado en este procedimiento porque el tribunal exoneró a Yusshy, al declarar prescritos los hechos al inicio de la vista por haber pasado más de 20 años, ya que no fue procesado hasta 2012.

Yusshy, que ya fue encarcelado en el país centroamericano hasta 1993 cuando la Ley de Amnistía le puso en libertad, era miembro del batallón Atlácatl, ejecutor de los asesinatos. Hasta la fecha, es el único alto mando del ejército salvadoreño que confesó y colaboró con la Justicia.

De hecho, la nueva condición de testigo de Yusshy dibuja otro panorama en el devenir del juicio, ya que en su interrogatorio está obligado a decir la verdad y su testimonio es clave contra Montano, que en su declaración ante el tribual el mes pasado se desvinculó por completo de la matanza.

Tras él testificarán Álvaro Henry Campos y Edward Sidney Blanco, fiscales del procedimiento que se siguió en El Salvador y que luego pasaron a ser abogados de la acusación ejercida por la Compañía de Jesús en el juicio celebrado en el país centroamericano.

La siguiente será Lucía Barreda, único testigo ocular de los asesinatos, y su marido Jorge Cerna, y cerrará la jornada Eric Warren, mayor del ejército de EEUU.

La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en medio de la mayor ofensiva insurgente registrada durante la guerra civil salvadoreña (1980-1992), un comando de soldados de élite ejecutó a los religiosos en el campus de la Universidad Centroamericana.

Los jesuitas asesinados fueron los españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Amando López y Juan Ramón Moreno. También lo fueron junto a ellos los salvadoreños Joaquín López (sacerdote), la empleada doméstica de la universidad Julia Elba y su hija menor Celina Mariceth Ramos.

Estos hechos fueron juzgados en El Salvador en 1991, pero solo condenaron a dos mandos intermedios a treinta años de cárcel, aunque fueron amnistiados en 1993, y se absolvió a otros siete militares, los supuestos autores materiales.

(c) Agencia EFE