María Eugenia Capuchetti, la jueza a cargo de la investigación por el intento de asesinato contra Cristina Kirchner, pidió reforzar la custodia tanto de la vicepresidenta como de sus familiares. La magistrada tomó la decisión luego de que la exmandataria fuera amenazada de muerte a través de un llamado telefónico.

Según fuentes judiciales, el hecho se produjo ayer, once días después del atentado frente a su domicilio del barrio porteño de Recoleta. Aunque no se brindaron mayores informaciones con relación al contentido de la amenaza, se confirmó que la misma fue realizada mediante un llamado telefónico a la línea 911 que se hizo desde la ciudad de La Plata.

La también expresidenta no sería la única funcionaria cuya seguridad podría encontrarse en peligro. Durante la jornada del lunes, el Presidente Alberto Fernández brindó una entrevista al diario TeleCinco y afirmó que el próximo era él. Según se desprende de los intercambios por chat encontradas en los teléfonos celulares de Montiel y Uliarte, a los que pudo tener acceso Fernández, los implicados “hablaban de que el próximo era yo”.

Durante aquel diálogo, el jefe de Estado se refirió además al estado anímico de su compañera de fórmula: “Cristina está bien, está entera, trabajando. Fue un momento de conmoción para todos. Las imágenes que dieron vuelta al mundo son muy duras. Se trata de la fotografía de alguien que está gatillando dos veces, gracias a Dios sin suerte, a 20 centímetros de la cabeza de Cristina”.

En esa línea, nuevas evidencias salieron a la luz el pasado 12 de septiembre y dejaron entrever un esquema de planificación preexistente en torno al asesinato contra CFK -hecho que en un principio se consideraba aislado-. Según una fuente consultada por LA NACION, el dispositivo móvil de la novia del tirador contaba con “todo un plan para atacar a Cristina Kirchner”. “El celular es contundente”, resaltó una persona allegada a la investigación.

Entre otras cosas, el peritaje permitió detectar dos intentos de asesinato previos contra la exmandataria. Uno de ellos con fecha del pasado 27 de agosto, durante la noche en la que la Cristina Kirchner le habló a la militancia apostada en la zona de las calles Juncal y Uruguay. La información coincide con imágenes de aquel día que muestran al ciudadano brasileño de 35 años camuflado entre los manifestantes como si fuera un vendedor de copos de nieve.

Otro hecho que despertó el interés de los investigadores fue la participación activa de Uliarte en grupos de Telegram con ideas radicalizadas.

A la búsqueda de mayores precisiones sobre la articulación del hecho, Capuchetti analiza ampliar las declaraciones indagatorias de los involucrados previo a resolver sus situaciones procesales -ambos enfrentan una pena de hasta 20 años de prisión por “tentativa de homicidio”-. Procedió también a decretar el secreto de sumario sobre la causa, lo que hace pensar que se dispone a tomar alguna otra medida de trascendencia en la investigación.

La última vez que la magistrada avanzó con un decreto como este fue al momento de detener a la pareja de Sabag Montiel.