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Una jueza admite una acusación contra un excanciller de Nicaragua por robo de unas campanas

Managua, 25 ago (EFE).- La Justicia nicaragüense admitió una acusación contra el excanciller Francisco Aguirre Sacasa por el presunto robo de dos antiguas campanas de bronce en una parroquia de la ciudad colonial de Granada (Pacífico), informaron este martes diversas fuentes.

Durante la audiencia preliminar, la jueza Karen Vanessa Chavarría Morales, titular del Juzgado Noveno Distrito Penal de Audiencias de Managua, decidió remitir el caso a juicio oral y público el próximo mes.

Aguirre Sacasa, que también fue embajador de Nicaragua en Estados Unidos durante la Administración de Arnoldo Alemán (1997-2002), es acusado por la Fiscalía por el delito de "receptor de bienes mal habidos", de lo que él se considera inocente.

Según la Policía Nacional, Aguirre Sacasa, próximo a cumplir 76 años y crítico con el Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega, es un "tope", es decir receptor de objetos robados.

El Código Penal de Nicaragua reconoce el delito de "receptación", que se refiere a las personas que compren, reciban u oculten bienes provenientes de un delito, conociendo su ilícita procedencia, a los que se les puede imponer una pena de uno a tres años de prisión o multas de 50 a 300 días de trabajo en beneficio de la comunidad.

Aguirre Sacasa, que fue diputado por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) en el período 2007-2012 y candidato a la vicepresidencia de la República en 2011, ha admitido que compró las campanas en 100 dólares a José Bermúdez, otro de los acusados y a quien le ha comprado objetos en otras ocasiones, y en su defensa ha dicho que desconocía que eran robadas.

El también exfuncionario del Banco Mundial ha puesto en duda que las campañas que compró sean las de la parroquia, porque él pagó por ellas desde mediados de julio pasado y la Policía asegura que fueron robadas el 3 de agosto.

Además, ha advertido que días antes del 3 de agosto, según le ha dicho el mismo párroco, fueron robadas las cámaras de seguridad instaladas en el templo, por lo que no descarta que su caso sea una celada de los aparatos de seguridad y vigilancia del Gobierno con el fin de humillarlo, destruir su reputación y enviar un mensaje a los opositores.

"Un juez imparcial fallará a favor mío", consideró el político, que se declaró "completamente inocente".

Junto a Aguirre Sacasa fueron acusados otras cuatro personas por los delitos de "robo con fuerza", entre ellos el que le vendió las dos campanas.

En la acusación aparece como víctima u ofendido la parroquia San José Obrero, representada por el sacerdote Santos Leonardo Murillo Martínez, quien fue removido de ese templo por la diócesis de Granada, que no explicó los motivos.

(c) Agencia EFE