Juegos Paralímpicos Tokio 2020. Pipo Carlomagno, un mes antes de ser padre, se colgó la medalla de plata y se permite soñar con París 2024

El medallista de plata Pipo Carlomagno del equipo de Argentina posa durante la ceremonia de victoria de los 100 m espalda masculina
Lintao Zhang

Se llama Fernando, como su padre, y es nadador como él. Compitió en dos Juegos Paralímpicos y su padre lo hizo en tres: Fernando (padre) compartió delegación con Guillermo Marro en Atenas 2004. Y, fue precisamente sobre el cuello de Marro donde se vio colgada la última medalla de plata en la natación paralímpica para Argentina. Hasta ahora: hubo que esperar 17 años para volver a ver la bandera argentina en el segundo lugar de un podio en natación. Hubo que esperar que se desarrollara la competitividad, el profesionalismo y el hambre de gloria de Fernando Carlomagno -hijo- para festejar en Tokio 2020 un nuevo podio argentino.

Pipo, apodo que recibió desde pequeño para diferenciarse, ganó la medalla de plata en la prueba masculina de los 100 metros espalda (S7) de los Juegos Paralímpicos Tokio 2020. El rosarino consiguió un tiempo de 1m08s83 y quedó a 0s69 detrás del ucraniano Andrii Trusov, que conquistó el oro con un nuevo récord mundial (1m08s14). El tercer puesto quedó en poder del israelí Mark Malyar (1:10.08).

Fue una carrera muy dura, sabía que el oro y la plata iban a estar en centésimas. Hice una buena carrera pero cometí un error, me quedó un poco larga la vuelta y me costó recuperarla. Dejé la vida para ver si podía acercarme y lograr una remontada histórica. Pero estas carreras se definen en detalles y el que menos se equivocara iba a ganar, hoy le tocó a él. Me voy feliz con una medalla de plata en mis segundos Juegos Paralímpicos”, contó el nadador de 28 años, tras la ceremonia.

Marro, quien ganó aquella medalla de plata, también en la prueba de los 100 metros espalda S7, participó de cuatro Juegos Paralímpicos: Sydney 2000 (medalla de bronce), Atenas, Beijing 2008 (bronce) y Londres 2012, donde fue el abanderado de la delegación. Además, ganó dos medallas en Mundiales (una de plata y una de bronce) y diez medallas en los Juegos Parapanamericanos (cuatro de oro, tres de plata y tres de bronce)

No fue una sorpresa esta medalla, la tercera para el medallero argentino. Pipo llegó a Tokio como el número uno del ranking de su categoría. El deportista, que compite en la clase S7, alcanzó el liderazgo tras sus buenas actuaciones en los últimos años, sobre todo luego de Río 2016. Por eso, previo a su viaje a la ciudad japonesa, en diálogo con Paradeportes asumió esa responsabilidad.

“Soy el número uno del mundo en mi categoría pero lo tomo como una motivación extra. Uno no quiere perder lo que ya tiene. También estoy cerca del récord mundial y es un objetivo, la zanahoria. Hace muchos años que estoy entre los primeros tres del mundo y hay que coronar eso con una medalla. Uno nunca sabe, eso puede cambiar. Quiero coronar lo laburado durante todos estos años con una medalla. Es una responsabilidad linda”, apuntó, quien también ganó su serie clasificatoria y por eso utilizó uno de los carriles centrales.

En la edición de Río 2016, el rosarino ya había dado muestras de su calidad. Con 24 años, tomó esa competencia para ganar experiencia, intentar mejorar sus marcas y así llegar a Tokio más preparado. Pero lejos de tener apenas un paso por Brasil, Pipo accedió a aquella final -en la misma prueba de los 100 metros espalda- y finalizó séptimo y ganó su primer diploma paralímpico. Un logro que lo empoderó, potenció e impulsó a grandes logros.

A los alcanzados -medalla de bronce en los Juegos Parapanamericanos Guadalajara 2011, medalla de oro (100 espalda), de plata (100 mts. pecho) y bronce (posta 4x100mts) en Toronto 2015, cuatro medallas de oro en los Juegos Parasuramericanos de 2014 y los séptimos puestos en los Mundiales de 2013 y 2015- se sumaron las tres medallas ganadas en Lima 2019 (una de oro y dos de bronce) y el tercer puesto en el Mundial de Londres 2019.

30 de agosto de 2021, Japón, Tokio: El medallista de plata argentino Pipo Carlomagno, el medallista de oro de Ucrania Andrii Trusow y el medallista de bronce de Israel Mark Malyar posan para una foto en la ceremonia de entrega de premios de la final masculina de 100 metros espalda en el Centro Acuático de Tokio durante el Tokio 2020 Juegos Paraolímpicos. Foto: Marcus Brandt / dpa
Marcus Brandt


30 de agosto de 2021, Japón, Tokio: El medallista de plata argentino Pipo Carlomagno, el medallista de oro de Ucrania Andrii Trusow y el medallista de bronce de Israel Mark Malyar posan para una foto en la ceremonia de entrega de premios de la final masculina de 100 metros espalda en el Centro Acuático de Tokio durante el Tokio 2020 Juegos Paraolímpicos. Foto: Marcus Brandt / dpa (Marcus Brandt/)

Llegó a la cita de Tokio motivado y entusiasmado. No con el impulso energético que palpitaba si los Juegos se hubieran realizado el año anterior, pero confiado en su trabajo, que ajustó e intensificó durante la cuarentena. Pero con la experencia en Río y llegó a Tokio con la mente clara: su objetivo de romper el récord mundial y hacerse de la medalla de oro. Es un competitivo nato. Tal vez, de haber alcanzado el oro su adiós se hubiera precipitado -como lo llegó a exponer en alguna entrevista previa-. Sin embargo, con la medalla de plata colgada de su cuello mira a futuro y se anima a creer. Restan tres años para Paris 2024, dos para los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023 y uno para el Mundial, suficientes retos para el nadador, que irá por más.

“El año pasado hubiera llegado mejor de energía, pero este año llego mejor desde lo físico. ¿Qué me dijo mi familia cuando antes de viajar? ‘Disfrutá, rompela. Éxitos. Aprovechá, que es una oportunidad única’”, señaló al mismo medio periodístico, y vaya si lo hizo quien además participó en los100 metros pechos SB6 y 200 metros combinados SM7.

Ahora, con sus pruebas concretadas y su objetivo logrado tiene a corto plazo dos grandes compromisos, nuevas aventuras y lindas responsabilidades: en octubre será padre por primera vez, y está por terminar la carrera de maestro de educación primera, profesión a la que aspira comenzar a ejercer pronto. “Me gusta la idea de que los más chicos vean que una persona con discapacidad también pueda estar al frente de un aula y transmitir todo su conocimiento y experiencia”, señaló durante la previa.

No fue solamente una gran noche para el rosarino, ya que tres andariveles a su derecha y cuatro a su izquierda estuvo acompañado por dos de sus compatriotas. Iñaki Basiloff y Lucas Pogg también se ganaron su lugar en esta final y así hubo nuevamente -desde la edición de Tokio 1964- tres argentinos en una misma final paralímpica. La última vez, había sido un trío femenino, Silvia Cochetti, Estela Falocco y Amelia Mier, en la clase especial de los 50 metros pecho. En aquella ocasión, las tres accedieron al podio: Cochetti fue oro, Falocco plata y Mier bronce, esta vez, Basiloff finalizó séptimo con un tiempo de 1m15s y Poggi fue octavo con una marca de 1m15s22.

Más participación argentina en Tokio

El seleccionado argentino masculino de fútbol para no videntes ganó en su segunda presentación por el grupo B. Esta mañana, se impuso por 2-0 a la selección de España con dos goles del cordobés Maximiliano Espinillo. Así, el equipo argentino se mantiene primero de su zona (en el debut venció a Marruecos) y con un partido por disputarse (frente a Tailandia este martes desde las 4.30, hora argentina). Con estos resultados, los argentinos ya se aseguraron su lugar en la semifinales. Los Murciélagos, fueron medalla de plata en Atenas 2004 y bronce en Beijing 2008 y Río 2016.

Hernán Barreto, por su parte, corrió la final de los 100 metros T35 en atletismo. El nacido en Zárate finalizó sexto con un tiempo de 12s59 y alcanzó su mejor marca personal en esta prueba. Este viernes, a las 22:18, correrá los 200 metros. Barreto fue la medalla de bronce en los 100 metros en Río 2016, y en los 200 metros logró la medalla de bronce den Londres 2012 y Río 2016.

Por su parte, Gustavo Fernández venció al belga Jef Vandrope por 6-2 y 6-1 y se metió entre los ocho mejores de la competencia de tenis. En los cuartos de final enfrentará a Gordon Ried, de Gran Bretaña. En boccia, Mauricio Ibarbure derrotó a Eduardo Sánchez Reyes por 5-4 en el cierre de su participación en la prueba individual BC 1. Además Luis Cristaldo le ganó al coreano Yongjin Lee por 6-0 y suma dos triunfos y una derrota en el grupo C de la competencia individual BC2. Stefanía Ferrando, clase BC3, también finalizó su participación con una victoria. La argentina, superó 3-2 al británico Jamie McCowan en la última jornada del Grupo C.

Más temprano en natación, Elizabeth Noriega, con un tiempo de 50s70, fue sexta en su serie en la prueba de los 50 metros espalda S5 y así quedó afuera de la final. Lo mismo para Nadia Báez 3m22s90, quien fue séptima en su serie de 200 metros combinados SM11 y no pudo clasificar a la final. En los 50 metros mariposa S6, el debutante Matías De Andradre terminó séptimo.