Una jubilada ucraniana limpia los campos de minas para poder sacar a pastar a su vaca

Por Viktoria Lakezina

STEPOVA DOLYNA, Ucrania (Reuters) - Hanna Plishchynska, una jubilada, ha estado utilizando un detector de metales para rastrear sus campos en busca de minas y detritus de guerra en las ruinas de su pueblo del suroeste de Ucrania, para poder sacar a pastar a su vaca y plantar verduras.

La mujer de 67 años regresó hace varias semanas a su casa de Stepova Dolyna, una comunidad rural de 150 habitantes de la región de Mikoláiv que el año pasado, en el contexto de la invasión rusa, se vació durante los combates que duraron meses.

El pueblo, situado en el límite con la región de Jersón, se encontró en la primera línea de batalla y sufrió intensos bombardeos de ambos bandos. Plishchynska quiso resistir, pero acabó huyendo con su vaca, sus gallinas y sus patos.

La zona está en ruinas, aunque los combates se alejaron después de que las fuerzas de Ucrania reconquistara la ciudad de Jersón en noviembre.

Ella volvió y encontró su casa en pie, aunque con las ventanas destrozadas, y empezó a rastrear la zona con un detector de metales en busca de minas y otros peligros.

"¿Y si mi vaca muriera por una explosión, qué haría?", se pregunta. "Si no fuera por la vaca no lo haría. Todo el mundo se ríe de que vaya por el jardín a comprobarlo. Pero los pastos de allí están matando a las vacas".

Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU, declaró en una sesión informativa en Ginebra que cada mes se registran decenas de accidentes relacionados con las minas en las regiones de Mikoláiv y Jersón, así como en Járkov, en el noreste.

"La contaminación por minas es también una amenaza para los agricultores que intentan volver a sus granjas y para los trabajadores humanitarios que prestan ayuda", afirmó.

En cuanto suena el detector de metales, Plishchynska coge un palo, marca la zona y llama a la policía.

"Una vez vino (la policía) y se llevó no sé qué, algún trozo con alas. Y los trocitos, los fragmentos los recojo yo. Veo que son sólo fragmentos, pedacitos de explosivos destrozados", explica. "Los que explotaron los puedo manejar, los aparto, que se queden ahí, no me molestan".

(Escrito por Tom Balmforth, Editado por Aida Peláez-Fernández)