Juan Falú reemplaza a Sergio Baur en la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería

El músico Juan Falú asume en el área de Cultura de la Cancillería: "Es un desafío, que siempre supone un riesgo", dijo Falú
Fuente: Archivo - Crédito: Mariana Eliano / Rumbos

Aunque aún no hubo una designación oficial, el fin de semana se conoció que el músico Juan Falú reemplazará al embajador Sergio Baur en la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería argentina. Baur, que además de ser profesor de historia y diplomático de carrera participó en la producción de la delegación argentina en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt en 2010, cuando el país fue elegido "invitado de honor", había asumido en marzo de 2018, en reemplazo de Mauricio Wainrot. En septiembre de ese mismo año, había sido designado miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes. Según trascendió, esperaba continuar en funciones hasta fin de año.

Nacido en San Miguel de Tucumán en 1948, Falú es guitarrista y compositor. Director del ciclo Guitarras del Mundo del Centro Cultural Kirchner, con Hilda Herrera codirigió en los años 1990 Maestros del Alma, en el Centro Cultural San Martín. Fue docente en el Conservatorio Manuel de Falla de la ciudad de Buenos Aires y actualmente dirige la licenciatura en Música Argentina de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam). Entre 2004 y 2015 fue director del área de música del Fondo Nacional de las Artes. Desde ahora tendrá a su cargo la tarea de difundir las actividades artísticas y culturales del país en el mundo. "Es un desafío, que siempre supone un riesgo", dijo Falú a LA NACION. Luego de varias conversaciones con el canciller Felipe Solá, decidió aceptar el desafío y aportar su mirada al modo en que la cultura argentina se puede hacer aún más visible en el mundo.

"Comparto con los funcionarios del Ministerio de Cultura de la Nación tres ejes centrales -destacó Falú, que pronto cumplirá 72 años-. Son el federalismo, la democratización y la importancia de la cuestión de género en la transmisión de la cultura". Para el flamante funcionario, la fuerza del movimiento feminista en el país y sus conquistas configuran un hecho cultural que despierta interés en el exterior. Designado en plena pandemia, espera gestionar las primeras medidas en forma remota.

Luego de elogiar la gestión de su antecesor en el cargo, Falú indicó que su nombramiento no debe interpretarse como una ruptura sino como una continuidad de las políticas de la Dirección de Asuntos Culturales, entre las que figuran la participación del país en la Feria del Libro de Frankfurt, el Programa Sur de apoyo a las traducciones y el envío local a la Bienal de Venecia, entre otras. No obstante, para Falú las culturas e identidades regionales deben tener mayor representación, en vista de una mejor integración con los países de la región. "Hay una cultura de los ríos, una cultura andina, una cultura de la selva -ejemplificó-. No tengo un enfoque tradicionalista de las políticas culturales ni soy defensor de una vanguardia sin conciencia del ayer; debe haber una continuidad entre el pasado y el presente".

"Siento que tengo una percepción de cuál es la expectativa de nuestro país visto desde el exterior -agregó el músico tucumano-. En 35 años he viajado por más de cuarenta países y lo que me decían al final de un concierto en Francia, en Polonia o en Rusia era: 'Usted me ha hecho conocer su tierra a través de la música'. Esa es la misión de la cultura y los artistas: ser personeros, embajadores de las memorias, el paisaje y la identidades. Es lo que se tiene que trasuntar desde el arte". El objetivo de revelar la cultura local al mundo a través de las expresiones artísticas más variadas, de la artesanía a la danza, y de la literatura al cine, estará a su cargo desde este mes.

El músico afirmó que trabajará con los equipos del Ministerio de Relaciones Exteriores que acompañaron a Baur y a Wainrot. "Hay que resguardar y valorar lo que existe", señaló. También indicó que durante su gestión trabajará en conjunto con el Ministerio de Cultura de la Nación, el Fondo Nacional de las Artes y las secretarías y organismos de Cultura de las provincias. En su opinión, acaso por cuestiones de mayor accesibilidad, hay una concentración de demanda y beneficios de las políticas culturales que administra el Estado en los centros urbanos, especialmente en la ciudad de Buenos Aires.