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José María Caneda reaparece y la monta en ‘El Partidazo de COPE’

El fútbol español de la década de los 90 tenía como protagonistas a presidentes de clubes de lo más peculiares. Uno de ellos era José María Caneda, que llevó a la Sociedad Deportiva Compostela de jugar en patatales de Tercera a enfrentarse a los grandes en la Primera División. El conjunto gallego llegó incluso a ganar al Barcelona en el mítico San Lázaro y hasta fue subcampeón de invierno en una temporada.

José María Caneda, expresidente del Compostela. (Foto: YouTube / ProgramaVayaV).
José María Caneda, expresidente del Compostela. (Foto: YouTube / ProgramaVayaV).

Sin embargo, más allá de por los éxitos de su equipo, a Caneda se le recuerda sobre todo por su particular carácter. Sin pelos en la lengua, nunca dejaba a nadie indiferente cuando hacía alguna declaración y se vio envuelto en más de una polémica.

Incluso estuvo a punto de liarse a guantazos públicamente con Jesús Gil, aunque el que se llevó el golpe del antiguo presidente del Atlético de Madrid fue el gerente del club santiagués, José González Fidalgo, en uno de los episodios más insólitos y lamentables del fútbol español.

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Hoy el Compostela, tras ser refundado en 2004, deambula por la Segunda RFEF y Caneda vive alejado del fútbol, pero los medios, conscientes de que sigue dando mucho juego, aprovechan cualquier ocasión para entrevistarlo.

Este 12 de octubre se cumplían 25 años del famoso gol de Ronaldo con el Barcelona en San Lázaro tras una jugada espectacular y en ‘El Partidazo de COPE’ lo conmemoraron llamando al expresidente del Compostela, que no tardó en montar un show de los que acostumbraba antiguamente.

Nada más empezar, restó méritos al famoso gol de Ronaldo diciendo que “le hicimos un pasillo”, aunque reconoció que es uno de los mejores de la historia y que duró demasiado poco por culpa de las lesiones. “A mí me dio rabia porque pasó por encima de ocho jugadores como si fueran papel de fumar”, soltó.

Aquello fue un preludio del espectáculo que estaba por venir. Dijo de Nicolau Casaus, el mítico vicepresidente del Barcelona con Josep Lluís Núñez y Joan Gaspart, que no era tan educado como parecía. “Había que verlo en privado”, comentó antes de contar una primera anécdota con su particular estilo. “Los de la peña que había aquí en Santiago del Barcelona no pagaban porque querían que Caneda les comprara las entradas y me dice Nicolás: ‘Haces bien, no sé las des, que son unos hijos de p…’. Decía cada cosa…”.

Como le ocurría en sus tiempos cuando se ponía delante de un micrófono, Caneda estaba en su salsa en ‘El Partidazo de COPE’ y Juanma Castaño también se dejó llevar por el momento y le preguntó si en aquella época se bebía en los palcos, lo que dio lugar a otra anécdota. “Había un día un juez en el palco del Compostela y el cabrón se atrevió a criticar el whisky que había. Le dije: ‘Mire, usted. Usted no puede estar en este palco. Viene aquí, que está bebiendo de morro’… Y el cabrón va y me saca 6.000 euros de multa por tener 300 empleados de más en el campo. Era un cabrón con patas”, contó el expresidente del Compostela.

Cuando Castaño le preguntó después por su edad, contestó: “Mentalmente tengo 18, de sentido 14 y los 74 solo me los pusieron en la cartilla”. Aunque mejor respuesta fue la que le dijo cuando le preguntó a qué se dedica ahora. “Pues haciendo trampas”, soltó provocando las risas del presentador y de todos los tertulianos que estaban en el programa. “El otro día un compañero tuyo me preguntó de qué vivía y le dije: ‘De casualidad’. Tengo 12 hermanos y me preguntan: ‘¿Viven todos?’. Y yo digo: ‘No, vivir vivo yo solo, los otros trabajan’”.

Ya más relajado confesó que está muy alejado del fútbol y que solo ve los partidos del Real Madrid, del que siempre ha sido aficionado, aunque reveló también que no mantiene un buen trato con Florentino Pérez porque tuvieron un “chascarrillo” en el pasado. Antes de despedirse, volvió el Caneda de siempre y cargó contra los políticos, contra Hacienda, contra la Televisión de Galicia y contra los presidentes de su época acusándolos de “tener queridas en el hotel” y de querer comprar a los árbitros. Genio y figura tantos años después.

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