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La jornada laboral de salvadoreñas aumentó durante la cuarentena por pandemia

San Salvador, 3 sep (EFE).- La jornada laboral de las salvadoreñas aumentó durante la cuarentena decretada por las autoridades gubernamentales para controlar la pandemia del coronavirus, según un sondeo liderado por Plan Internacional El Salvador y dado a conocer este jueves.

La experta Yessenia Segovia, asesora de Género y Protección de la Niñez de Plan Internacional, señaló durante la presentación del estudio que los datos "nos confirma que, efectivamente, durante la cuarentena las mujeres experimentaron un aumento en su jornada laboral".

Entre mediados de marzo y julio del año en curso los salvadoreños guardaron una cuarentena domiciliar obligatoria decretada por las autoridades gubernamentales para frenar el avance del virus de la COVID-19, medida que, según diversos expertos, provocó un aumento de casos de violencia contra las mujeres y significó un doble esfuerzo de las mujeres en las tareas del hogar.

De acuerdo con el "Sondeo sobre Múltiple Jornada y Riesgo de Violencia Sexual y de Género en Mujeres, Adolescentes y Niñas durante la Cuarentena por COVID-19", el 50,89 % de las participantes tuvo una triple jornada laboral -trabajo del hogar, trabajo comunitario y trabajo remunerado- y el 55,60 % expresó que hicieron más trabajo que antes.

La investigación se realizó entre mayo y junio en línea con mujeres mayores de 18 años, se enviaron instrumentos a 330 mujeres, de las que 169 respondieron voluntariamente, según indicó Segovia.

MÁS TAREAS EN EL HOGAR

La experta de Plan Internacional sostuvo que las evidencias del aumento en la ya múltiple jornada laboral de las encuestadas, quienes ayudan a sus hijos con las tareas y clases virtuales, están pendientes de los oficios de la casa y hacen su trabajo remunerado, confirman la "naturalización" social de los roles de género que se refuerzan constantemente.

Indicó que una de cada 10 participantes afirmó que nadie más contribuye con el trabajo en la casa, esto a pesar que en el hogar cohabitan más de dos personas.

Además, el sondeo revela que las adolescentes mujeres están asumiendo más trabajo que antes de la pandemia, ya que ha aumentado su carga como cuidadoras, "lo que refuerza la idea patriarcal de que por ser mujeres deben de asumir los oficios de casa, no así en el caso de los adolescentes y hombres".

Segovia señaló que se identificó que cerca del 40 % de las encuestadas vive en hacinamiento, y que el aumento o disminución de peso fue el cambio físico que más percibieron durante la cuarentena por COVID-19.

También, el 81,1 % tuvo cambios en su estado de ánimo, manifestando casi la mitad de las participantes sentirse triste, agregó.

LA VIOLENCIA SEXUAL PERSISTE

Los hallazgos validaron la hipótesis de que durante la cuarentena la violencia basada en género era uno de los riesgos que enfrentaban las mujeres, las adolescentes y las niñas, aseguró la experta en género.

Detalló que un 23,67 % de las mujeres manifestó haber experimentado uno o varios tipos de violencia basada en género siendo la más comentada la violencia psicológica, con un 42,86 %.

"Esto confirma que muchos de los agresores viven con las víctimas y que las mujeres que viven con estás personas están conscientes que al estar encerradas con ellos, los riesgos frente a la violencia aumentaba", indicó.

Además, señaló que la violencia sexual sigue siendo un tabú en la sociedad salvadoreña, sobre todo en el hogar, lo que hace que menos mujeres, niñas y adolescentes cuenten lo que les sucede y, por consiguiente, denuncien a su agresor o agresores.

PLAN INTERNACIONAL RECOMIENDA

A partir de los resultados del sondeo, Plan Internacional recomienda al Estado salvadoreño sensibilizar, a través de campañas, a la población masculina para que asuman responsabilidades compartidas en el hogar, y no dejar solo a las mujeres, las niñas y las adolescentes desempeñando estos roles.

Además, sugiere que se diseñe y desarrolle programas para el cuido y promoción de la salud mental y manejo de estrés, que se realicen jornadas para la promoción y protección de derechos de la mujer con actividades reflexivas y participativas en donde se fomente la organización comunitaria.

Asimismo, indica que es necesario que se trabaje en programas comunitarios permanentes y sistemáticos de prevención de violencia de género, sexual y familiar contra las niñas, adolescentes y mujeres.

(c) Agencia EFE