Jordi Évole desmorona en una hora la imagen de Iván Redondo en España

Iván Redondo ha sido la sombra de Pedro Sánchez durante los tres últimos años en su cargo de director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. Un tiempo en el que ha cultivado una imagen de hábil estratega y supuestamente la mente detrás de decisiones tan relevantes como la moción de censura a Rajoy en 2018 o la repetición electoral de 2019 cuando PSOE y Podemos sumaban.

Su poder era teóricamente tan grande que incluso se le llegó a apodar el quinto vicepresidente, ese que estaba entre bambalinas, y tomaba decisiones trascendentales. Esta imagen, que fue alimentada durante meses y meses, se derrumbó este 3 de octubre en apenas 60 minutos.

Fueron los que duró aproximadamente la entrevista que le concedió el asesor a Jordi Évole en La Sexta tras haber abandonado el pasado mes de julio de 2021 la Moncloa después de la remodelación emprendida por Sánchez. Una charla en la que el experto en comunicación no supo comunicar y que fue muy criticada en las redes sociales.

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Sin duda, uno de los momentos más comentados fue al comienzo de la entrevista, cuando Redondo sacó de su bolsillo dos piezas de ajedrez, la dama y un peón, para hacer una metáfora teatralizada sobre quién es. Pese a que el asesor aseguró que ese momento no lo tenía preparado, lo cierto es que ni el propio Évole ni los espectadores se lo creyeron.

En este sentido, se le criticó la falta de naturalidad, de espontaneidad y de humildad, habiendo incluso comentarios sobre la poca credibilidad que estaba dejando Redondo en la transmisión de su mensaje. Algo que sorprende, ya que precisamente la labor de un asesor de comunicación es comunicar bien.

"Saca piezas de ajedrez de buenas a primeras y lanza discursos muy poco espontáneos. Creo que Iván Redondo se cree más interesante de lo que es. Transmite cero humildad".

"En esta entrevista se ha roto el mito de muchísimas personas que veían en Iván Redondo el gran estratega de la nación. Hoy, con sus respuestas y razonamiento, ha matado a su propio personaje. Le sobraba esta entrevista".

"No entiendo por qué Iván Redondo ha dado esta entrevista, a mí me está pareciendo un farfullero de primera. Jordi y su equipo lo están haciendo muy bien, porque están dejando que sea él mismo el que se retrato. O están haciendo más digerible algo indigesto".

"Él no lo tenía preparado. Pero llevaba dos piezas de ajedrez en el bolsillo y un discurso perfectamente verbalizado con la palabra precisa".

"Iván Redondo viéndose en #LoDeRedondo y cambiando de asesor".

"Iván Redondo ama a Iván Redondo. Qué pereza vivir pensando que eres un influencer de la política. Todo suena a coaching barato. La entrevista se aguanta 10 minutos".

"Iván Redondo asesorando a Iván Redondo en #LoDeRedondo y despidiéndole tras la emisión".

"Siento mucho,la verdad, que Iván Redondo, se esté inflingiendo un castigo tan severo a sí mismo".

"Viendo a Iván Redondo con Évole, que le desprecia con poco disimulo, uno entiende bien por qué Sánchez lo echó. Lo que uno no entiende es por qué no lo echó antes. Algunos -pocos- podremos decir al menos que jamás le compramos la burra coja a este personaje".

"Iván Redondo es un flipado. Y en la vida hay que ser un poco flipado para crecer. Pero también hay que ser generoso en sinceridad o el flipe se transforma en antipatía con la que es difícil de empatizar. Y en la entrevista pasa un poco esto último".

"Lo que cree Iván Redondo que es / Lo que es"

Más allá de las pocas respuestas satisfactorias que ofreció y de la actitud que los espectadores criticaron, tampoco pasó desapercibido el lenguaje que usó. Y es que Redondo utilizó en numerosas ocasiones anglicismos como "in my opinion" o "situation room", lo que tampoco ayudó a que el público empatizara con él, ya que lo consideraban demasiado pedante.

"Algunos anglicismos que Iván Redondo utilizó en su entrevista con Évole: “stakeholders”, “back office”, “in my opinion” (este lo tradujo, gracias Iván), “the situation room”, “spin"... Todos prescindibles, todos para tratar de epatar. Típico de un mediocre".

"In my opinion, fiel retrato de la vacuidad de un vende humos que engañó a quien se dejó. El Rasputín de saldo, el Fouché insustancial".

"Os ha estado gobernando un flipado con un peinado tapacalvas y que dice "in my opinion"".

"In my opinion, Sánchez hoy debe estar pensando que quizá tardó demasiado en destituir al personaje".

"In my opinion nunca habría que mostrar the war room por dentro. El factor superador no tapa el bochorno".

"In my opinion. The situation room. Parece un coach".

"Iván Redondo está enamorado de Ivan Redondo. In my opinion..."

"In my opinion, Iván Redondo es un poco pedante".

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