Jo Jorgensen: la mujer que saboteó los esfuerzos de reelección de Donald Trump

ORLANDO, UNITED STATES - 2020/07/10: Jo Jorgensen, the 2020 presidential nominee of the Libertarian Party, gives her acceptance speech at the 2020 Libertarian National Convention at the Orange County Convention Center. Jorgensen is the first woman to receive the Libertarian presidential nomination. (Photo by Paul Hennessy/SOPA Images/LightRocket via Getty Images)
La candidata presidencial del Partido Libertario Jo Jorgensen, de 63 años, dijo que los resultados de las elecciones de 2020 debían ser un llamado de atención para los grandes partidos estadounidenses. (Photo by Paul Hennessy/SOPA Images/LightRocket via Getty Images)

Su nombre apenas fue mencionado por los analistas durante la campaña electoral estadounidense. Pero el mínimo margen que marca la ventaja de Joe Biden sobre Donald Trump puso el foco sobre una poco conocida profesora de psicología que se ha llevado los votos que le faltan al presidente de Estados Unidos para quedarse en la Casa Blanca.

A primeras horas del jueves, la candidata presidencial Jo Jorgensen había obtenido 1.62 millones de votos, o 1,1% de total, superando las expectativas del Partido Libertario.

Pero lo más impactante, es que Jorgensen obtuvo votos cruciales en los reñidos estados de Michigan, Nevada, Wisconsin y Georgia. Y aunque el conteo no había terminado, los resultados parciales mostraron que los votos que faltaban para ampliar un margen de ventaja entre Biden y Trump fueron depositados a favor de la libertaria.

El estratega político y fundador de Beast Digital, Ryan Cassin, dijo a la cadena de noticias Fox que "en estas elecciones los votantes libertarios pudieron haber inclinado los colegios electorales en al menos 22 votos a favor de Trump, en estados disputados como Wisconsin, Michigan y Nevada. Al desperdiciar esos votos, ellos han saboteado los esfuerzos de reelección de Trump.”

La lucha por el estado de Georgia, considerado tradicionalmente un bastión republicano, promete un final de película, que se complica aún más con la desviación de los votos hacia un tercer partido. La cadena CBS informaba que el presidente Trump lideraba una pírrica ventaja de 49,6% frente al 49,2% del vice presidente Biden. El diferencial de alrededor de 18.000 votos era menor que los 60.393 votos obtenidos hasta entonces por Jorgensen (1,2%).

En Wisconsin, las proyecciones del jueves en la mañana otorgaban a Biden la victoria con un 49,6% de los votos, frente al 48.9% de Trump, con una diferencia de apenas 20.535 votos. Mientras que Jorgensen se encontraba en la tercera posición con 1,2% de la preferencia, agregando 38,414 votos.

El analista de riesgo, Dennis Santiago, expresó: "Wisconsin era crucial para que el republicano Donald Trump ganara la reelección. En las campañas de 2020, en las que dolorosos problemas de una nación profundamente dividida hizo que el voto de los grandes partidos resultara tan reñido, el voto libertario es el que determina quién gana y quién pierde".

De vuelta a las aulas

Y en medio de un proceso electoral signado por la lentitud del conteo de los votos por correo y las acusaciones de Trump de fraude, Jorgensen regresó el jueves a las instalaciones de la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur, para reanudar sus clases presenciales.

Además de ser la candidata que ha interferido en los planes de reelección de Trump, Jorgensen, de 63 años, ha intentado mantener un equilibrio entre sus actividades académicas y su nominación hace unos meses.

Lo asombroso es que mientras Jorgensen suma los votos que pierden los demócratas y los republicanos, la mayoría de sus alumnos ni siquiera sabía que era candidata a la Casa Blanca.

"A diferencia de muchos profesores liberales que hablan de política en clase, creo que sería atroz que tomara tiempo de esa matrícula que están pagando para hablar sobre mi posición política. Nunca le he mencionado a mis alumnos dentro o fuera de clases... 'Mira, me estoy lanzando para presidente'", dijo a Greenville News.

Los resultados electorales deben ser un llamado de atención para el Partido Demócrata y el Partido Republicano y advirtió que los votantes libertarios no son los responsables de la derrota republicana.

"Los republicanos deberían estar furiosos con los candidatos por no cumplir con sus promesas de campaña", dijo Jorgensen

"Si puedo lograr que los republicanos comiencen a actuar como republicanos y reduzcan el déficit. Y puedo hacer que los demócratas regresen a ser el partido de la paz, de traer de regreso a los soldados a casa, y dar al ciudadano promedio sus derechos, pues estaré muy complacida".

Un 70% de los voluntarios de la campaña de Jorgensen eran republicanos y demócratas registrados.

Dijo que durante su campaña, habló con muchas personas que le confesaron haber colocado sus esperanzas en Trump en los comicios del 2016 pero que luego se decepcionaron porque no cumplió con su palabra.

Los resultados parciales muestran que Jorgensen tuvo más aceptación en los estados rurales del oeste, como Alaska y Dakota del Norte.

Lo que los grandes partidos ignoraron

El candidato libertario Gary Johnson obtuvo un 3,3 por ciento de los votos en las elecciones generales del 2016, apalancado por su historial político republicano y por la base de seguidores construida mientras fue gobernador de Nuevo México.

Pero en el 2020, la importancia de la candidatura de Jorgensen fue desestimada por los expertos porque no previeron que la presidencia estaría tan reñida.

Patrick Murray, director del Instituto De Encuestas de la Universidad de Monmouth, en New Jersey, pronosticó que Jorgensen obtendría alrededor de 1 por ciento de la votación.

"Para que ella sea un factor decisivo en un estado, tendría que ser un margen mínimo o un único estado donde ella supere su promedio nacional. Eso pudiera pasar en uno o dos estados, pero no pasará en 10"., dijo hace unas semanas a la revista Newsweek.

Murray pronosticó que el estado donde Jorgensen probablemente pudiera tener peso es en Georgia porque las encuestas mostraban una carrera cerrada entre Biden y Trump. Hace una semana, los sondeos mostraban un empate técnico alrededor del 49% de los votos.

Las elecciones en Michigan de 2016 demostraron el impacto que un tercer candidato podría en los resultados finales, cuando Trump ganó a Clinton por un margen mínimo de 0,3 por ciento, equivalente a 10.000 votos, mientras Johnson obtuvo 172.000 votos.

Pero nadie previó que en el 2020, la balanza se inclinaría hacia el candidato demócrata gracias a los votos depositados a Jorgensen.

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