Yahoo Noticias "Soy una sanguijuela cultural": la confesión de una profesora estadounidense blanca tras años haciéndose pasar por negra
Durante años, según su supuesta confesión realizada a través de una publicación en Medium, la profesora universitaria Jessica Krug se habría estado haciendo pasar por un persona de color cuando su verdadera identidad es la de una mujer blanca de familia judía criada en Kansas City (Estados Unidos). El escándalo de su confesión ha saltado a la prensa internacional y ha sido recogido por diversos medios como The Guardian.
Activista y profesora de Historia Afroamericana en la Universidad George Washington, Krug fue apoyada económicamente por instituciones como el Centro Schomburg para su libro. Titulado Investigación de la Cultura Negra, se centraba en la resistencia a la trata de eslavos a través del Atlántico. Sin embargo, sus raíces y su historia familiar serían solo una fábula inventada.
En distintos estadios de su vida ha ido cambiando sus orígenes de descendiente de africanos a afroamericanos estadounidenses hasta llegar a inventar que su familia era de origen caribeño. Sin embargo, como se lee en su supuesta confesión pública, en realidad era una mujer blanca judía de Kansas City.
(GSN) An activist in New York City described as “Afro-Latina” revealed she is actually a white, Jewish woman who’s been pretending to be Black. Formerly known as Jess La Bombera, Thursday published an open letter under her real name Jessica A. Krug and admitted “the truth. pic.twitter.com/5cx7j5Coy1
— HJ (Hank) Ellison (@hjtherealj) September 4, 2020
Sobre el porqué de su identidad inventada, quien se hacía llamar Jessica La Bombalera en el entorno activista según el diario británico, culpa en parte a una infancia traumática y a problemas de salud mental. Aunque dice no querer escudarse en eso para descargar su responsabilidad sobre su mentira a lo largo de todos estos años.
“Decir que claramente he estado luchando contra algunos demonios de la salud mental no tratados durante toda mi vida, tanto como adulto como como niño, es obvio. Los problemas de salud mental probablemente explican por qué asumí una identidad falsa inicialmente, cuando era joven, y por qué la continué y desarrollé durante tanto tiempo”, comienza.
“Pero los problemas de salud mental nunca pueden, nunca, ni explicarán ni justificarán, ni condonarán ni excusarán, que, a pesar de conocer y criticar regularmente a todas y cada una de las personas no negras que se apropian de las personas negras, mi falsa identidad fue elaborada enteramente a partir de el tejido de las vidas negras ”, sentencia sobre su propia falsedad.
En el texto escrito supuestamente por ella, habla de sí misma con dureza declarándose una “cobarde” y autodenominándose “sanguijuela cultural”.
La Universidad George Washington ha publicado un escueto comunicado en forma de tuit en el que comunican que están “al tanto de la publicación de Jessica Krug y estamos investigando la situación. No podemos comentar más sobre asuntos de personal”. En los comentarios, algunos internautas piden su despido inmediato.
We are aware of the post by Jessica Krug and are looking into the situation. We cannot comment further on personnel matters.
— GW University (@GWtweets) September 3, 2020
En el capítulo de agradecimientos de su libro, recuerdan en The Guardian, se podía leer: “Mis antepasados, desconocidos, sin nombre, que desangraron la vida en un futuro que no tenían ninguna razón para creer que pudiera o debiera existir. Mi hermano, el más rápido, el más inteligente, el más encantador de todos nosotros. Aquellos cuyos nombres no puedo decir por su propia seguridad, ya sea en mi barrio, en Angola o en Brasil ”.
Michos recuerdan a raíz de la historia de Krug la de Rachel Dolezal. Ella también era profesora de estudios africanos, en la Universidad de Eastern Washington, y estuvo años haciéndose pasar por una mujer de color. Llegó a la directiva local de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAAPC). En el caso de Dolezal fueron sus propios padres quienes sacaron a la luz su mentira.
