Jennifer A. Marcial Ocasio: ‘No es un adiós, nos seguiremos viendo’ | Comentario

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Hace seis meses publiqué una columna de opinión celebrando mis cinco años desde que me mudé a Orlando. Fueron muchos sentimientos entonces porque no podía creer que habían pasado cinco años desde que empaqué mis cosas para mudarme a brincar el charco, como decimos en Puerto Rico.

Mi teléfono comenzó a sonar y los correos electrónicos llenaron mi bandeja de entrada, todos preguntándome por qué me iba o hacia dónde me dirigía. No entendí entonces. Solo estaba agradeciendo a la comunidad por abrirme sus puertas y permitirme llamar a la Ciudad Bella mi nuevo hogar lejos de casa.

¿Dar las gracias por cosas más pequeñas, como pasar cinco años en un lugar o en un trabajo, es poco común? Supongo que hay más enfoque en hitos más grandes. Para mí fue un momento decisivo. Me ha cambiado para siempre y quiero pensar que he podido hacer un cambio en esta comunidad.

Me mudé poco antes de que el huracán María devastara mi amada isla. Me mudé justo en el momento en que el Orlando Sentinel estaba planeando su cobertura del primer año de la masacre de Pulse. Fueron dos momentos que me han definido como ser humano y periodista.

Recientemente obtuve dos premios de la Sociedad de Editores de Noticias de Florida (FSNE). Uno fue por la cobertura que lideré investigando cómo estaban las cosas en Florida Central cinco años después de Pulse, especialmente dentro de la comunidad latina. El otro, para una historia que hice sobre una abuela de 95 años que cumplió uno de sus sueños: “Bailar con Marc [Anthony]”. Yo estaba en ese concierto cuando Fela subió al escenario y dejó a todos boquiabiertos con sus movimientos de cadera. Saqué mi celular, lo grabé y gracisa a la magia de las redes sociales, su nieta me respondió.

Esto es lo que me encanta de ser periodista: ser testigo de eventos históricos e importantes en los mejores tiempos y en los peores tiempos. Que la gente confíe en tí para decir la verdad, para contar la historia de alguien, es lo más gratificante que existe. Ser capaz de abogar por mejores recursos y tratamiento de las comunidades desatendidas, dando voz a los que no tienen voz, me da alegría.

Tengo que agradecer a los líderes comunitarios, activistas, colegas del Sentinel y otros medios, tanta gente que me guió y confió en mí para hacer un buen trabajo. No soy nada sin ellos. El Sentinel no es nada sin su apoyo.

Todos los que me conocen saben lo apasionada que soy por el periodismo, por contar historias, por la comunidad y por ayudar a las personas. Me disculpo por tomarme tanto tiempo y no haber comenzado con lo más noticioso de esta nota, pero esta es, por mucho, la decisión más difícil que he tomado en mi vida adulta.

Esta semana entrevisté a dos personas que me hicieron sentir más en paz con mi decisión. Uno me dijo que lo más importante es “seguir tu sueño, trabajar duro y ayudar a alguien en el camino”. El otro me dijo que solo necesito “Concentrarme en los positivos. Concéntrate en los momentos que te hacen sentir que estás haciendo algo no solo por los demás, sino también por ti mismo. Cuando eres bueno haciendo algo, necesitas expandirte y llevarlo a lugares más grandes”.

Hace seis meses juré que no iría a ningún lado. Amo mi trabajo y amo servir a mi comunidad.

¿Qué cambió?

Un domingo por la tarde, mientras esperaba cruzar la calle desde la Catedral de St. James hasta el estacionamiento donde estaba mi auto, recibí un mensaje de texto. Era una captura de pantalla de otro mensaje que preguntaba al remitente si yo estaba buscando trabajo. Había tenido varias ofertas de trabajo antes. Les dije que no a todas. Esta vez se sentía diferente. Había estado orando por una señal. ¿Debería quedarme en Florida? ¿Debería mudarme? Esto parecía una luz verde. Mientras cruzaba la calle, respondí el mensaje.

Si bien esto es algo que me aterroriza hacer, estoy dando un salto y me estoy mudando de El Sentinel a un nuevo trabajo — pronto revelaré más detalles— donde siento que podré seguir creciendo como profesional y seguir siendo un enlace para nuestra comunidad de Florida Central.

Continuaré cubriendo algunas cosas como periodista independiente, cubriendo la comunidad latina y los parques temáticos, solo porque no estoy lista para dejar de escribir y la Jennifer que siempre quiere hacer mil cosas a la vez necesita mantenerse más ocupada de lo necesario. Verán mi firma todavía en la próxima edición o dos porque estoy dejando varias historias increíbles listas para publicar.

Así que por favor les pido que sigan apoyando a El Sentinel Orlando. Es literalmente como mi bebé, en el que puse mi corazón y mi alma con largas noches y días de cobertura. Pronto se unirá un periodista reconocido para seguir cubriendo esta increíble comunidad que todos amamos y apreciamos tanto. Entonces, mientras tanto, sigan enviando todas sus noticias e informaciones a noticias@orlandosentinel.com.

Y esto no es un adiós; es “Nos seguiremos viendo”. Sígueme en Twitter @JenniferMarcial / escríbeme a jennifermreportera@gmail.com.

Jennifer A. Marcial Ocasio comenzó en El Sentinel en febrero 2017..