El Pentágono quiere revisar la formación ética de sus altos mandos

Panetta, de visita en Bangkok, pidió que se examine la ética de los oficiales superiores de las fuerzas armadas para determinar si están lo suficientemente formados en la materia, tras el escándalo de David Petraeus, jefe de la CIA. (AFP/Pool | Saul Loeb)

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, aseguró este jueves que hay que revisar la formación ética de los altos mandos del ejército tras el escándalo que costó su cargo al jefe de la CIA, David Petraeus. Los escándalos que sacuden a la jerarquía "pueden minar potencialmente la confianza en nuestro liderazgo y en nuestro sistema para reforzar nuestros altos estándares éticos", escribió Panetta en un informe destinado al jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, el general Martin Dempsey. "Aún peor [los casos de mala conducta] pueden ir en detrimento de nuestra misión de defender al pueblo americano", añadió. Panetta se encuentra en Bangkok para llevar a cabo junto a la secretaria de Estado Hillary Clinton y el presidente Barack Obama una gira por el sudeste asiático. El secretario de Defensa pidió a Dempsey que revise "los programas existentes de formación ética para determinar si son adecuados" y que le envíe luego sus conclusiones, antes de enviar un informe preliminar al presidente Obama antes del 1 de diciembre. Este anuncio llega tras el escándalo que desembocó en la renuncia del ex general de cuatro estrellas y director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) David Petraeus, al que siguieron una serie de acusaciones y acciones disciplinarias contra otros altos mandos militares. Petraeus, un general retirado, tuvo que dimitir el viernes como director de la CIA tras haber reconocido una relación adúltera con su biógrafa, Paula Broadwell. El escándalo se reforzó con nuevas revelaciones sobre el general John Allen, comandante de las fuerzas de la coalición en Afganistán, que llevaron al presidente Obama a suspender su nominación al mando supremo de la OTAN al conocerse su intercambio de correos electrónicos con una mujer, amiga del matrimonio Petraeus. Los mensajes fueron calificados de "inapropiados" y cercanos al flirteo, según altos responsables del Pentágono. El jefe del Pentágono dijo sin embargo que no estaba al corriente de "ninguna otra persona implicada en este caso". Preguntado sobre el contenido de los correos electrónicos del general Allen, Panetta dijo que no quería interferir en el caso. "No quiero hacer nada que pueda tener consecuencias en la capacidad [de los responsables] de llevar a cabo una investigación objetiva sobre el contenido de los mensajes", explicó, aunque subrayó su "inmensa confianza" en el general. El escándalo empezó con las acusaciones y recriminaciones contra altos responsables militares estadounidenses. El general Ward, ex jefe de las fuerzas estadounidenses en África, tuvo que devolver 82.000 dólares por gastos de transporte abusivos. Otro general fue despedido en Afganistán después de haber sido acusado de agresiones sexuales. El secretario de Defensa, que se entrevistó con su homólogo tailandés, aseguró sin embargo que la "gran mayoría" de los centenares de generales y almirantes del ejército estadounidense tienen un comportamiento meritorio y valiente. Pero insistió en que los altos mandos tienen que acatar las "más altas normas éticas". El anuncio de Panetta este jueves "es algo que tenía en la cabeza desde hace tiempo", dijo un responsable del Pentágono, según el cual el refuerzo de los valores éticos se habría llevado a cabo incluso sin el caso Petraeus. "Es una primera etapa", aseguró este responsable. En su informe a Dempsey, Panetta subraya que además de las reglas escritas los mandos tienen que demostrar un "razonamiento sólido" en el uso de los recursos del gobierno y en su comportamiento personal. "Un acto puede ser legalmente aceptable sin ser recomendable ni razonable", escribe Panetta. Panetta, de visita en Bangkok, pidió que se examine la ética de los oficiales superiores de las fuerzas armadas para determinar si están lo suficientemente formados en la materia, tras el escándalo de David Petraeus, jefe de la CIA.