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El jefe del Pentágono apoya cambios en las investigaciones de abusos sexuales

Washington, 22 jun (EFE).- El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, anunció este martes que apoyará cambios en el sistema judicial castrense para que los delitos de abusos sexuales salgan de la cadena de mando y sean evaluados por abogados militares con un carácter independiente.

En un comunicado, Austin adelantó que en los próximos días presentará al presidente estadounidense, Joe Biden, una serie de recomendaciones destinadas a "acabar finalmente con el flagelo de la agresión sexual y el acoso sexual en las Fuerzas Armadas".

Las declaraciones de Austin representan un cambio radical con respecto a la postura tradicional del Pentágono, que durante décadas se ha resistido a la intervención de abogados independientes al considerar que los comandantes son los que están mejor equipados para decidir si se presentan cargos ante acusaciones de acoso y abuso sexual.

Austin, que mañana miércoles testificará ante el comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara Baja, dijo que quiere trabajar con el Congreso para lograr esos cambios en el sistema judicial castrense.

Sin embargo, no expresó su punto de vista sobre ninguno de los proyectos legislativos que se han presentado recientemente para abordar ese problema.

Una de esas iniciativas, impulsada por la senadora demócrata Kirsten Gillibrand, va más allá de lo expresado hoy por Austin y busca que todos los crímenes, incluido el asesinato y el abuso sexual, sean gestionados por abogados militares independientes, en vez de miembros de la cadena de mando.

Además, en la Cámara de Representantes, la demócrata Jackie Speier y el republicano Mike Turner han presentado otro proyecto legislativo similar al de Gillibrand y que lleva el nombre de la soldado hispana Vanessa Guillén, que fue asesinada mientras trabajaba en la base de Fort Hood (Texas).

Esa soldado, de 20 años de edad, desapareció en abril de 2020 tras haber contado a su familia que había sido acosada sexualmente por uno de sus sargentos.

Sus restos mutilados fueron hallados cerca del río León, donde fueron enterrados por su presunto asesino, su compañero en la base Aaron David Robinson, quien se suicidó cuando la Policía fue a interrogarlo.

El caso de Guillén, de ascendencia mexicana, atrajo la atención nacional de EE.UU. y expuso la necesidad de cambios en la manera en la que las Fuerzas Armadas investigan los casos de abuso y acoso sexual.

(c) Agencia EFE