Japón promete no repetir la guerra durante el acto de aniversario de la Segunda Guerra Mundial

Por Antoni Slodkowski, Linda Sieg y Sangmi Cha

TOKIO/SEÚL, 15 ago (Reuters) - El primer ministro japonés, Shinzo Abe, en el 75º aniversario de la rendición del Japón en la Segunda Guerra Mundial, se comprometió a no repetir nunca la tragedia de la guerra, mientras el emperador de Japón, Naruhito, expresó su "profundo remordimiento" por el pasado bélico que aún persiste en Asia oriental.

"Nunca repetir la tragedia de la guerra. Seguiremos comprometidos con esta promesa firme", dijo Abe, usando una mascarilla en una ceremonia oficial celebrada el sábado en honor a los fallecidos en la guerra.

Abe, que no se hizo eco de la referencia de Naruhito al remordimiento, envió una ofrenda al santuario Yasukuni de Tokio para los muertos en el conflicto. Aunque evitó una visita personal que hubiese enojado a China y Corea del Sur.

El Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, dijo en un discurso que Seúl siempre estaba dispuesto a discutir sobre las disputas históricas con Tokio.

Al menos cuatro ministros del gabinete japonés presentaron sus respetos personalmente en Yasukuni, que honra a 14 líderes japoneses condenados como criminales de guerra por un tribunal aliado, así como a los muertos de guerra de Japón. El santuario es visto por Pekín y Seúl como un símbolo de la pasada agresión militar del país nipón.

Abe no ha acudido personalmente a Yasukuni desde diciembre de 2013 -visita que indignó a China y Corea del Sur-, pero sí que ha enviado ofrendas.

El ministro de Medio Ambiente, Shinjiro Koizumi, de 39 años, estuvo entre los dirigentes que visitaron el santuario en el emotivo aniversario.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur expresó su "profunda decepción y preocupación" por la visita de los ministros y dijo que los dirigentes del Japón deberían mostrar su "profundo remordimiento con acciones".

Miles personas se enfrentaron el sábado a un calor abrasador en mitad de la pandemia de COVID-19 para presentar sus respetos en Yasukuni, donde se formaron colas que abarrotaron el lugar, a pesar de los marcadores y señales que buscaban mantener la distancia social.

"Espero sinceramente que los estragos de la guerra no se repitan nunca más", dijo Naruhito, de 60 años, en la ceremonia oficial después de inclinarse junto a la emperatriz Masako ante un altar frente a un banco de flores. Ambos portaban mascarilla.

El nieto del emperador Hirohito, Naruhito, en cuyo nombre las tropas imperiales lucharon en la guerra, es el primer monarca de Japón nacido después del conflicto. Ascendió al trono el año pasado después de que su padre, Akihito, abdicara.

Los Estados Unidos y Japón se han convertido en firmes aliados en materia de seguridad en décadas posteriores al final de la guerra, pero su legado aún persiste en el este de Asia.

Los coreanos, que marcan la fecha como el Día de la Liberación Nacional, todavía guardan rencor por la colonización de la península por parte de Japón entre 1910 y 1945.

China tiene recuerdos amargos de la invasión y ocupación de partes del país por parte de las tropas imperiales entre 1931 y 1945.

Los lazos de Japón con Corea del Sur están especialmente tensos por una disputa sobre la compensación de los coreanos obligados a trabajar en las minas y fábricas japonesas en tiempos de guerra.

"La puerta de la negociación está todavía ampliamente abierta", dijo Moon en un discurso en Seúl.

Las relaciones también están tensas por las "mujeres de solaz" o "mujeres de consuelo", como se conoce eufemísticamente a las mujeres, muchas coreanas, obligadas a trabajar en burdeles militares japoneses.

El consenso sobre la guerra sigue siendo esquivo dentro de Japón, donde más del 80% de la población nació después del final del conflicto.

Menos de 600 personas, incluyendo parientes de muertos en la guerra, participaron en la ceremonia patrocinada por el Estado el sábado, frente a las más de 6.000 del año pasado. Los asientos se dispusieron con espacio entre ellos y una actuación musical reemplazó el canto del himno nacional.

(Información de Antoni Slodkowski y Linda Sieg en Tokio y Sangmi Cha en Seúl; información adicional de Ju-min Park y Kiyoshi Takenaka en Tokio; editado por William Mallard; traducido por Andrea Ariet en Gdansk)