Jamenei afirma que la caída de Asad en Siria no debilitará a Irán
La caída de Bashar al Asad en Siria no debilitará a Irán, aseveró este miércoles el líder supremo iraní, Alí Jamenei, cuyo país prestó un apoyo indefectible al depuesto presidente sirio.
Algunos, "ignorantes del significado de la resistencia, creen que cuando esta se debilita, la República Islámica de Irán también se debilita", pero "Irán es fuerte y poderoso y se hará todavía más poderoso", dijo Jamenei en sus primeros comentarios desde la caída de Bashar al Asad el pasado domingo.
Durante décadas, Siria ha sido un estrecho aliado de Teherán y un país clave en el tránsito de armas y asesores militares entre territorio iraní y Líbano, donde la república islámica cuenta con la principal pieza de su llamado "eje de la resistencia" antiisraelí, el movimiento armado Hezbolá.
La caída de la familia Asad tras más de medio siglo de poder represivo, primero de Hafez al Asad y luego de su hijo Bashar, es un golpe duro para Irán, que ha invertido política, financiera y militarmente en Siria para defender el régimen, en particular desde que empezó la guerra civil siria en 2011.
"No hay duda de que lo ocurrido en Siria es fruto de un complot de Estados Unidos" y de Israel, aseguró Jamenei, quien ejerce el poder desde 1989 y tiene la última palabra en las decisiones estratégicas de Irán.
"Un gobierno vecino de Siria ha desempeñado un rol evidente en este asunto", dijo también el líder supremo, en una alusión velada a Turquía.
El presidente sirio Bashar al Asad, en el poder desde el año 2000, huyó a Rusia barrido por una fulgurante ofensiva liderada por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham, apoyado por grupos proturcos.
La insurgencia tomó la capital Damasco el domingo y este martes nombró un jefe de gobierno interino, Mohamad al Bashir.
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