La izquierda no solo no forma gobierno, ahora se fractura

MADRID.- Parece estar haciendo un regalo a sus adversarios de la derecha. Lo cierto es que cinco meses después de haber emergido como expresión ganadora en los comicios de abril pasado, la izquierda española no solo no logra formar gobierno, sino que, desde ayer, quedó más atomizada.

Eso ocurrió con la decisión de sumarse a la competición en el nivel nacional de Más Madrid, una fuerza de reciente formación que nació como un desprendimiento crítico y más moderado de Podemos, el partido de izquierda radical.

De ese modo, el bloque de la izquierda en España quedó conformado por tres fuerzas: el Partido Socialista Español (PSOE), como fuerza mayoritaria y con el presidente "en funciones" Pedro Sánchez como líder. Luego, la izquierda radical de Podemos, con el desgastado Pablo Iglesias como referente, y Más Madrid, con el liderazgo de Iñigo Errejón, uno de los fundadores de Podemos, del que se separó hace un año, descontento con el "autoritarismo" y la escasa "visión nacional" que atribuyó a su conducción.

De esa forma, la izquierda española reproduce lo mismo que ocurrió con el bloque de derecha, fracturado en tres agrupaciones: el conservador Partido Popular (PP), como fuerza líder en el sector; luego, los liberales de Ciudadanos, y, por último, la derecha radical de Vox, como expresión minoritaria.

Incógnitas

Es pronto para saber cuál será la capacidad de Más Madrid, que carece de estructura consolidada en el nivel nacional. Pero la coincidencia es que podría recortar votos al PSOE y a Podemos.

Sobre todo, por parte de votantes de izquierda indignados con la incapacidad de los dirigentes de esas dos fuerzas para llegar a un acuerdo de gobierno y arriesgar el futuro en una nueva cita electoral.

Hubo cautela en la izquierda al valorar el nuevo y fragmentado escenario para noviembre.

"La división de la izquierda no es buena, pero me parece coherente que Errejón pruebe suerte", dijo Isabel Serra, de Podemos.

Más duro se mostró Juan Carlos Monedero, de la misma agrupación, quien cargó las tintas contra su anterior compañero de fuerza.

"Primero dividió a la izquierda en la Comunidad de Madrid y la perdimos. Lo único que falta es que con mayor fragmentación ganen las derechas", dijo.

La idea de que la división del bloque de izquierda podría favorecer a sus adversarios de la derecha fue rápidamente recogida.

Hubo expresiones de satisfacción con la fractura.

Lo que ha ocurrido con Errejón "me parece muy positivo", porque cada vez que él se presenta "divide todavía más a la izquierda", sostuvo, por caso, Isabel Díaz Ayuso, del opositor Partido Popular.