Iván Duque: "Hay que volver a lo elemental: el que la hace la paga"

El aspirante a la Presidencia de Colombia, Iván Duque, encabeza las encuestas, al lado del candidado Gustavo Petro. Foto suministrada por la Campaña Iván Duque. Fotógrafo: Nicolás Galeano.
El aspirante a la Presidencia de Colombia, Iván Duque, encabeza las encuestas, al lado del candidado Gustavo Petro. Foto suministrada por la Campaña Iván Duque. Fotógrafo: Nicolás Galeano.

Bogotá, Colombia

El candidato a la Presidencia de Colombia, Iván Duque, ha dicho públicamente que está del lado de reestructurar el Acuerdo de paz con las Farc, sobre todo, en cuanto a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Como aspirante por el Centro Democrático, tiene el aval del ex mandatario Álvaro Uribe, uno de los principales contradictores del actual gobierno.

Si es elegido en reemplazo del actual gobernante, Juan Manuel Santos, Duque acompañará esa propuesta, entre otras, con una reforma a la justicia para que haya sanciones efectivas, una reforma al sector pensional, que no modificará la edad de jubilación, y enfatizará en la población que vive en campo, con mejor educación y emprendimiento.

Sobre la llegada de venezolanos a Colombia, por la situación social y política del país vecino, opina que se debe atender a los ciudadanos venezolanos, pero que el país no puede absorber sola la crisis migratoria.

Este y otros temas fueron abordados por el candidato en una entrevista con Yahoo en Español.

¿Acabará usted con la JEP o qué modificará?

La JEP es un monumento a la impunidad, por la sencilla razón de que no contempla penas proporcionales y efectivas para los máximos responsables de delitos de lesa humanidad, si asumimos, como lo dice en su propia reglamentación, que “decir toda la verdad” no implica la aceptación de ninguna responsabilidad.

Esto es una burla a la justicia y una humillación a las víctimas. Colombia es parte del Estatuto de Roma, por lo cual tenemos responsabilidades internacionales irrenunciables para actuar frente a este tipo de delitos graves y asegurarnos de que no queden en la impunidad.

Yo no me opongo a que exista una justicia transicional para los grupos armados ilegales, ni a que la transicionalidad pueda basarse en una reducción sustancial de la pena para facilitar el desarme, la desmovilización y la reinserción, pero sí me opongo a la ausencia de penas proporcionales y efectivas.

Usted propone crear una supercorte que unifique los seis tribunales judiciales existentes, pero sus opositores califican esa medida como un paso hacia una ‘dictadura’ y un golpe mortal contra la acción de tutela. ¿Cuáles son sus argumentos para llevar a cabo esta medida?

Vengo hablando desde hace varios años de una reforma a la justicia. No nos la hemos sacado de la chistera. El Centro Democrático, en un proyecto del cual fui coautor, presentó una propuesta de reforma constitucional donde se contemplaba esa posibilidad.

Tampoco es una propuesta que un presidente la pueda sacar solo adelante, requiere una gran discusión, de buscar consensos. Colombia tiene un número muy alto de magistrados en las altas cortes, comparado con otros países de América Latina, y sobre esa base lo que valdría la pena plantear es que esta discusión se pueda abrir de manera democrática.

La justicia en Colombia requiere una reforma estructural, no solo porque estamos viviendo un bochornoso ambiente de corrupción, sino porque su operación y funcionamiento es terriblemente complejo, burocrático y difícil de ordenar. Con esta propuesta, preservaremos la Acción de Tutela y los preceptos de la Corte Constitucional. Sea con una o sea con varias, hay que quitarles las facultades electorales a las altas cortes. Estoy listo para dar esa discusión.

¿Colombia es realmente un Estado social de derecho?

Vamos a recuperar los principios fundamentales de la Constitución de 1991, de que Colombia sea un Estado social de derecho, y de que los fines esenciales del Estado son servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución.

No hay justicia si hay impunidad; no hay justicia si el Estado no garantiza los derechos de los ciudadanos y si no se respeta la ley. Debemos volver a lo elemental: ‘el que la hace la paga’.

El Estado de derecho es imposible si quienes dictan sentencias son políticos con toga o magistrados políticos. La tarea es recuperar la independencia judicial y que ni el Gobierno ni el Congreso tengan injerencia alguna en los tribunales. Además, para luchar contra la corrupción e impunidad en las instituciones vamos a instaurar una política de cero tolerancia con los delincuentes de cuello blanco, con el ejemplo y el liderazgo del presidente de la República.

¿Qué hará para que los colombianos vuelvan a creer en el Estado y sus instituciones?

La independencia de poderes es la base de una democracia creíble y sostenible. Si los poderes públicos se presionan o chantajean entre sí, nos encontramos ante la institucionalización de las corruptelas.

Estoy convencido de fortalecer el proceso presupuestal para acabar con la ‘mermelada’, entendida como las dádivas del ejecutivo a cambio de los respaldos en el Congreso. Si las instituciones son cooptadas por el clientelismo, terminan siendo presas de la corrupción y la coacción por parte de quien controla la ejecución del presupuesto.

Colombia necesita que haya total transparencia en las reuniones de funcionarios de las distintas ramas del poder público mediante un sistema de reporte administrativo. Así se harán públicas cuántas veces y para qué se reúnen los funcionarios.

Colombia vive una polarización ideológica suscitada desde las dos orillas electorales de Duque y Petro. ¿Cómo piensa unir usted al país si llega a ser presidente?

Durante nuestra campaña, hemos buscado transmitir con claridad que no se trata de respuestas o propuestas de izquierda o de derecha, sino de una visión que supera el debate anacrónico de las ideologías y se ocupa de las soluciones, de mirar hacia adelante, de pasar la página.

También responde a mi obsesión por construir, de la mano de todos los colombianos, un futuro de esperanza, un país donde impere la legalidad, la equidad, donde llegue una nueva generación que permita al país crecer, desarrollarse.

Se trata de avanzar, de ir hacia adelante, y no de caer en esas falsas dicotomías que polarizan y vician el ejercicio democrático. Nuestro programa es pragmático y sensato, y aboga por principios que garantizan un mejor futuro para los colombianos: la seguridad, la inversión, la cohesión social, el Estado austero y la participación ciudadana.

¿De cuáles logros está orgulloso dentro de su trayectoria política?

Como senador de la República, fui reconocido por mis compañeros en el Senado, durante dos años consecutivos, como el Mejor Senador de Colombia. Fui autor de cuatro leyes de la República, entre ellas, la de Cesantías para destinarlas al pago de educación superior; la ampliación de la Licencia de maternidad de 14 a 18 semanas; la de disposición y acceso a los desfibriladores, y la que fomenta la Economía Creativa Ley Naranja.

Fui jefe de la División de Cultura, Creatividad y Solidaridad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el logro de la mayor cantidad anual de Proyectos de Desarrollo Cultural en la historia del Centro Cultural; dirigí el Programa de Responsabilidad Social Corporativa del BID en Washington y las Oficinas Regionales; fui miembro del panel de la ONU (Departamento de Asuntos Políticos), y creador y redactor de la primera propuesta para una estrategia de reducción de la pobreza para Colombia, financiada por el BID, entre otros.

El sistema pensional en Colombia es otro de los problemas graves que tiene el país. ¿Cómo se compromete usted a resolver el problema en sus cuatro años de gobierno?

No voy a modificar la edad de pensión ni voy a quitar la pensión sustitutiva. Mantendremos Colpensiones y lo que haremos es una reforma para que los subsidios pensionales no se vayan para los ricos, sino para aquellos colombianos que más lo necesitan.

El sistema de pensiones en Colombia está compuesto por el Régimen Solidario de Prima Media con Prestación Definida y el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad. Es urgente eliminar las distorsiones actuales en el modelo por causa de mantener estos dos sistemas; debemos procurar paulatinamente su convergencia. Yo creo que la reforma pensional que Colombia más necesita es la formalización laboral, que genere mayor cobertura, pues de los 22 millones de personas ocupadas, menos de ocho millones se encuentran realizando los aportes correspondientes de manera regular.

¿Cuál es su estrategia para mejorar las condiciones de los maestros del país ante todos los problemas que reivindica Fecode?

Sobre los maestros recae una responsabilidad inmensa: la de humanizar a los colombianos, de todas las edades, una labor que en la antigüedad correspondía a los sabios. Por ello, nuestros profesores deben ser los profesionales de más alto nivel, acompañados de mejores ingresos, validación y estatus, acordes con el éxito de sus alumnos.

Tenemos lecciones muy importantes que aprender en este sentido de Finlandia, un país que le otorga a sus docentes un reconocimiento sin paralelo en el mundo. Además, necesitamos rodear a los profesores con directivas escolares para el futuro. Yo quiero a los maestros de Colombia, creo que no pueden seguir siendo discriminados ni abandonados. Voy a promover el programa ‘Ser profe paga’, para que tengan buena remuneración, acceso a becas y un gobierno que les diga: ¡Gracias!

Martha Lucía Ramírez es la candidata a la Vicepresidencia de Colombia, al lado de Iván Duque, por el Centro Democrático. Foto suministrada por Campaña Iván Duque. Fotógrafo: Nicolás Galeano.
Martha Lucía Ramírez es la candidata a la Vicepresidencia de Colombia, al lado de Iván Duque, por el Centro Democrático. Foto suministrada por Campaña Iván Duque. Fotógrafo: Nicolás Galeano.

¿Cómo piensa brindar mayores oportunidades educativas a las zonas rurales de Colombia, sobre todo, a las más afectadas por la violencia? ¿Qué pueden esperar, si es usted presidente, los cientos de niños que viven allí?

Para mejorar la calidad de la educación debemos desplegar una gran campaña de nutrición y otra muy agresiva para ampliar la cobertura preescolar, para que todos los niños accedan a buenos profesores, a buenos conocimientos y cuenten con buenas herramientas.

También debemos complementar esto con la jornada única, con doble alimentación y una revisión curricular que ponga en el mismo plano la educación deportiva, cultural y tecnológica con las otras áreas del conocimiento. Más importante aún es definir un modelo educativo para el sector rural, además de cerrar las preocupantes brechas de cobertura y las disparidades en calidad, que nos proyecte hacia el futuro, con base en las vocaciones productivas de cada departamento.

Por ello, venimos proponiendo una agenda educativa integral, desde la niñez hasta la doble titulación en el bachillerato. De esta manera, proyectaremos a nuestra juventud a mejores trabajos, con mayor impacto positivo en lo económico, social y ambiental, y nos proyectaremos a liderar Latinoamérica en la Era del Conocimiento.

La delicada situación de Venezuela ha traspasado las fronteras y ha llegado a Colombia con la inmigración de miles de venezolanos. ¿Qué propone para afrontar esta coyuntura?

Debemos atender a nuestros hermanos venezolanos, pero no podemos absorber solos la crisis migratoria. Proponemos la creación de un fondo humanitario de asistencia, con participación de países de la región, que permita la atención en salud y asentamiento. Presentaremos la situación a la ONU para crear un estatuto de refugiados y puedan recibir protección temporal, visas, licencias temporales de trabajo y normalizaciones migratorias, en conjunto con países vecinos.

¿Cuál será el papel de la mujer en su gobierno y/o en su gabinete?

Desde que inició esta campaña, siempre quise que mi compañera de fórmula fuera una mujer, y ella es Marta Lucía Ramírez, quien será una gran vicepresidenta del país. Yo sueño con una Colombia en la que podamos vencer la discriminación que existe en muchos frentes contra la mujer.

Yo quiero un país en el que podamos enfrentar el machismo, en el que las mujeres tengan una remuneración equitativa frente a los hombres, en el que tengan la oportunidad de ascender profesionalmente, en el que tengamos más casos de éxito de dirección empresarial al frente de mujeres y tengamos más mujeres en las juntas directivas de las empresas, en el que tengamos más mujeres en el Congreso.

Buscaremos un mecanismo mediante el cual la mujer pueda progresar sin sentirse jamás que está siendo discriminada frente a los hombres. El éxito de la mujer colombiana es el éxito de nuestro desarrollo.

¿Está usted de acuerdo con la Consulta Anticorrupción?

Le pedí en el Congreso a la bancada de mi partido, el Centro Democrático, que respaldara la convocatoria de la Consulta Anticorrupción, que coincide con propuestas que hemos venido haciendo para combatir este flagelo: limitar el número de periodos de los congresistas a no más de dos o tres; que los corruptos no puedan jamás volver a contratar con el Estado, y que la empresa que corrompa a un funcionario, ni la empresa ni sus dueños ni sus gestores puedan jamás volver a contratar con el gobierno colombiano.

Adicionalmente, queremos contratación transparente, discusión pública de los proyectos de presupuesto en el Congreso, para que el presupuesto tenga cero mermelada. Las propuestas hay que respaldarlas, independientemente de quien vengan, cuando le sirvan al país, y estamos haciendo campaña también para que todos los colombianos nos unamos en la lucha contra la corrupción.

¿Cuál es su estrategia para eliminar los cultivos ilícitos y cómo haría para que a los campesinos les resulte más rentable cultivar otra cosa que no sea coca?

Estableceremos la obligatoriedad de la erradicación y sustitución de cultivos ilícitos. No será voluntaria, será obligatoria. La fumigación aérea debe ser un mecanismo disponible, lo que hay que mirar son nuevos componentes químicos que satisfagan todos los estándares de salud, pero se tiene que retomar rápidamente y tiene que haber una lucha que sea combinada entre la aspersión aérea, la erradicación y sustitución obligatoria.

Promoveré un programa integral para acabar con el cada vez más creciente número de hectáreas sembradas con cultivos ilícitos, pero, eso sí, no voy a legalizar ni a despenalizar el consumo.

Adicionalmente, impulsaremos programas de desarrollo productivo para los campesinos. Es necesario darles alternativas viables para que no caigan en la tentación criminal. Los programas de protección de la biodiversidad y cultivo de nuevos productos agrícolas como el Sacha-inchi, pensados para que los cultivos lícitos sean una opción al campesino, son prioritarios en la agenda que queremos para Colombia.

Expertos de Silicon Valley aseguran que las economías petroleras se quedarán obsoletas y que los precios del petróleo caerán a la mitad a partir del 2021; Noruega, por ejemplo, todo el dinero que ha ganado desde hace 30 años lo ha puesto en un fondo de inversión. ¿Cuál es su plan para que la economía colombiana, que depende del crudo, no se vaya a pique?

El petróleo y otros minerales seguirán cumpliendo un papel relevante en la economía mundial, mientras su importancia se diluye en las próximas décadas.

Así como el carbón y el petróleo sustituyeron a nuestras manos y animales de carga como la principal fuente de energía durante el siglo XIX, hoy contamos con fuentes de energía limpia económicamente viable para reemplazar estas matrices tradicionales, como la eólica y la solar. Nuestro deber es trabajar por una matriz energética más limpia y resiliente, por una transición acelerada a un parque automotor 100% eléctrico hacia 2040 y por limpiar el aire que respiran nuestros hijos.

Hoy, el centro de gravedad en la creación de riqueza y oportunidades migra hacia los datos. Por ello, estamos impulsando la economía naranja, las industrias creativas. Y vamos a ofrecer estímulos y acompañamiento del Estado para el desarrollo de estos programas productivos, destinados principalmente a los jóvenes de Colombia.

Algunos países han gravado las bebidas azucaradas con impuestos especiales, ¿usted le pondría impuestos a las gaseosas?

En Colombia, 36% de la población tiene sobrepeso y 16% tiene obesidad, pero, según la OMS, las causas de este problema son el sedentarismo, el altísimo consumo de sal y de carbohidratos, y la baja ingesta de frutas y verduras. Las bebidas azucaradas en nuestro país han sido presentadas como el detonante del impuesto, que se ha debatido en el Congreso.

Pero las gaseosas apenas son el 3% de las calorías que en promedio consumen los colombianos y son sólo el 11% de las bebidas que se consumen diariamente. Así que ese impuesto no va a ser el que va a reducir la obesidad en nuestro país.

Hace poco hicimos una encuesta a los transeúntes sobre quién debería pagar la cuenta en la primera cita. ¿El hombre o la mujer? ¿Quién cree usted?

Yo creo que los transeúntes dijeron que el hombre debe pagar la cuenta en la primera cita.