Israel acusa a grupo palestino Hamás de colaborar con Estado Islámico en Egipto

JERUSALÉN (Reuters) - Un general israelí acusó al grupo palestino Hamás de proveer asistencia a militantes vinculados al movimiento extremista Estado Islámico en la península del Sinaí, donde las fuerzas armadas egipcias han estado librando letales enfrentamientos con los insurgentes en los últimos días. El mayor general Yoav Mordechai, quien comanda la política civil de Israel para la Franja de Gaza, mencionó a integrantes del brazo militar de Hamás que, según dijo, están involucrados en el entrenamiento de combatientes del Estado Islámico, también conocido como ISIS, y en la entrada a territorio palestino de rebeldes heridos en el Sinaí para brindarles tratamiento. "Sabemos que Hamás (...) en Gaza está asistiendo a ISIS en la provincia del Sinaí, a nivel de organización y de entrega de armas", dijo Mordechai dijo a la cadena Al Jazeera en una entrevista, en declaraciones emitidas en árabe. Mordechai mencionó a dos personas. Dijo que Abdalá Qishta estaba implicado en el entrenamiento de combatientes del Estado Islámico en el Sinaí y que Wael Faraj, un comandante de Hamás, había facilitado la entrada "ilegalmente a terroristas desde el Sinaí para llevarlos a hospitales de la Franja de Gaza a fin de que reciban tratamiento médico". No estaba claro de qué manera habían sido trasladados los combatientes islamistas hacia Gaza, dado que las fuerzas egipcias controlan la frontera, aunque se cree que existen túneles que el Gobierno de El Cairo no ha encontrado. Hamás, un brazo del movimiento proscrito egipcio Hermanos Musulmanes, ha rechazado en el pasado acusaciones similares emitidas por Egipto. El grupo radical palestino dice que las denuncias de Mordechai buscan perjudicar sus relaciones con El Cairo y ha negado estar involucrado en las luchas de la región del Sinaí. "Los servicios de seguridad en Gaza controlan las fronteras y regulan cualquier movimiento desde o hacia Gaza. Esta ridícula provocación israelí no engañará a nadie", declaró a Reuters el portavoz Sami Abi Zuri.