Isla de Providencia: la casi desconocida joya más prístina y virgen del Caribe

La Isla de Providencia es uno de los destinos turísticos más hermosos y desconocidos de Colombia.

Y no es de extrañar que esta isla volcánica de 17 kilómetros cuadrados de exuberante belleza no está entre los destinos favoritos de los turistas nacionales e internacionales.

Se encuentra en una reserva de biosfera protegida por la Unesco, conocida como Seaflower, ubicada a unos 800 kilómetros al noroeste de la costa colombiana. Si la buscas en Google Maps notarás que la isla se encuentra más cerca de la costa de Nicaragua, en Centroamérica, que de Colombia, aunque administrativamente forma parte del colombiano archipiélago de San Andrés.

Sus amables habitantes políglotas reciben a los viajeros con los brazos abiertos. Resulta interesante que a pesar de su aislamiento geográfico, buena parte de sus 5000 habitantes hablan español, inglés y creole.

El motivo de su sincretismo cultural y lingüístico proviene de su historia. Providencia primero fue una base de los piratas holandeses que acechaban El Caribe y luego fue una de las primeras colonias inglesas, cuando albergó a un grupo de colonos puritanos en 1631.

Los ataques de los piratas fueron persistentes y acabaron con todo intento colonizador. Los piratas abandonaron Providencia en la década de 1680 y se cree que permaneció desocupada durante más de 100 años. Solo se volvió a ocupar en 1789, cuando un propietario blanco de una plantación de Jamaica llegó con un pequeño grupo de esclavos de África (la esclavitud se abolió oficialmente en 1851). Le siguieron otros colonos europeos y caribeños, junto con los anglo-misquitos de la costa centroamericana.

Nicaragua intentó reclamar Providencia, pero finalmente reconoció la soberanía de Colombia sobre la isla en un tratado de 1928.

Los turistas que visitan Providencia se desconectan del ajetreo citadino y pasan los días nadando o buceando en el llamado mar de los siete colores. Esas intensas tonalidades marinas son producidas por el tercer sistema de arrecifes más largo de la Tierra. También pueden hacer caminatas dentro de la isla y escalar hasta el pico más alto de la isla para disfrutar de una vista de ensueño.

En las noches, los visitantes degustan deliciosos platos marinos en los restaurantes locales, asisten a partidos de béisbol o conversan con los habitantes locales sobre las antiguas historias de piratas.

Fuentes: BBC, TripAdvisor, MinAmbiente, ArchitecturalDigest