A Isabel II se le acaban las excusas para seguir protegiendo al príncipe Andrés

EPSOM, UNITED KINGDOM - JUNE 1:  Queen Elizabeth II and Prince Andrew, Duke of York attend the Investec Epsom Derby at Epsom Racecourse on June 1, 2013 in Epsom, England. (Photo by Samir Hussein/WireImage)
El príncipe Andrés señalado nuevamente en el caso Epstein y la reina calla (Photo by Samir Hussein/WireImage)

El hijo de la reina Isabel II está en serios problemas y es que en el juicio contra Ghislane Maxwell, un exempleado del magnate Jeffrey Epstein le ha señalado con nombre y apellido asegurando que él ha estado presente en el entramado del pedófilo que se suicidó en su celda.

Están juzgando a Maxwell, mano derecha y socia de Epstein, por los presuntos delitos de abuso sexual y tráfico de menores. Como testigo se ha llamado a Larry Visoski, un piloto de avión que trabajó con Epstein durante más de 25 años. El testimonio de Larry ha puesto a temblar a grandes nombres de la política como Clinton o Trump pero también ha recordado perfectamente que el príncipe Andrés viajó con él en varias ocasiones.

Según Visoski, Andrés usaba el “Lolita Exprés”, que así se llamaba el avión de Epstein y asegura que él mismo le llevó pilotando a algunos lugares lujosos del mundo. Larry también recuerda a Virginia Giuffre, la presunta víctima de abusos sexuales a manos del príncipe cuando ella tenía 17 años.

Giuffre interpuso su propia demanda hace un par de meses en Nueva York y, a pesar de sus intentos de esquivarla, la documentación llegó a Andrés mediante, según lo publicado, un guardia de Windsor a quien le fue entregada por los abogados de la demandante.

Con todo este panorama, la monarquía sigue en silencio y protegiendo al duque de York cuando su deber institucional (ya no digo familiar) hubiese sido redactar un comunicado rechazando estos presuntos delitos y posicionándose tajantemente contra el abuso sexual y la pedofilia.

A Isabel II se le están acabando las excusas para seguir protegiendo a su hijo y es que cuando todo esto estalló lo único que hizo ella fue alejar al príncipe de la vida pública tras su bochornosa entrevista en la BBC donde negaba cualquier relación con la trama de Epstein o con Virginia. La monarca pagó de su bolsillo (o de su fortuna) todo el mecanismo legal para la defensa de su hijo, usando los fondos de su ducado de Lancaster.

Además, lo dejó sin agenda institucional pero eso no significa que Andrés penara en soledad sino que se fue de vacaciones a Balmoral junto a Sarah Ferguson, al hogar donde Isabel II va a veranear. Cuando los abogados de Giuffre empezaron a buscarle, se mudó de Berkshire a Escocia pero al final, recibió la documentación así que le sirvió de poco.

From left, American real estate developer Donald Trump and his girlfriend (and future wife), former model Melania Knauss, financier (and future convicted sex offender) Jeffrey Epstein, and British socialite Ghislaine Maxwell pose together at the Mar-a-Lago club, Palm Beach, Florida, February 12, 2000. (Photo by Davidoff Studios/Getty Images)
Trump es otro de los nombres del entramado de Epstein y Maxwell (Photo by Davidoff Studios/Getty Images)

La reina ha conseguido que el acoso de la prensa no disturbe a su ojito derecho y es bastante bochornoso que con la acusación tan seria que pesa sobre él no le haya ni siquiera despojado de su ducado.

La monarca tiene la potestad de retirar títulos y ducados, de hecho, Harry y Meghan temieron por su ducado de Sussex, en cambio para Andrés la vara de medir parece distinta y el duque de York, sigue gozando de este privilegio.

Por si esto fuese poco ofensivo de cara a las presuntas víctimas, Isabel II planteó darle una medalla al honor (increíble pero cierto) con motivo de su jubileo por los 70 años de reinado. Estas medallas son entregadas a miembros de la Casa Real y también a parte del personal de Palacio pero, en el contexto actual, es ya un insulto que el príncipe Andrés figure en la lista de galardonados.

Ahora que una nueva vuelta de tuerca apunta hacia el ‘royal’ se espera una reacción pública por parte de la monarquía y es que la protección ya es excesiva. Bien que se espabilaron en desmentir que la familia era racista cuando Meg y Harry lo dejaron caer en la entrevista con Oprah, ¿por qué correr como institución a desmentir el racismo y no correr a desmentir la pedofilia? Esto sigue siendo un auténtico misterio pero el tiempo sigue corriendo y el nombre de Andrés suena con fuerza en boca de varios implicados en la trama así que ahora le toca a la reina mover ficha antes de un posible jaque mate final.