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Isaac Fouto une España

Isaac Fouto.
Isaac Fouto.

En una sociedad eternamente dividida, cada vez más extrema y orgullosamente irreconciliable, existe una figura que, sin proponérselo, consigue armonizar las más enconadas voluntades. Como tuiteó el genial Usuario Arroba al término del España-Francia, el único que consigue unir a la afición española es Isaac Fouto, el periodista de Cope especializado en asuntos arbitrales, diana de los más diversos sentimientos negativos por parte de aficionados de todos los colores, pelajes, clases sociales, etnias y religiones.

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Tras la concesión del decisivo gol de Mbappé, Fouto explicó en Twitter por qué el árbitro había acertado. Suponemos que, de haberlo anulado, habría defendido igualmente el acierto arbitral, pero echando mano de otro argumento. Esto es indemostrable, claro, pero coherente con su trayectoria. Al cabo del rato, viendo las reacciones del personal, Fouto lamentó que entre sus seguidores haya “gente que tiene la neurona justa para pasar el día”. Siempre conciliador.

De todos modos, no vamos a pedir a Fouto que respete a los aficionados cuando es incapaz de mostrar un mínimo de educación con sus propios compañeros de programa. Acostumbra a tratarles como pordioseros mentales, infraseres indignos de mantener un diálogo con alguien de su excelencia. Además se exalta, chilla y suelta tacos, con lo que el espectáculo suele alcanzar el bochorno completo. Fue el caso este domingo en ‘El tertulión’ de ‘Tiempo de juego’, el tramo de opinión más crispante de la radio española.

Tras la polémica del España-Francia, al previsible sainete le añadió una dosis aún mayor de soberbia y prepotencia, que es como decir que Tarantino ha rodado una escena especialmente violenta. Durante su intervención, dirigió al resto de opinadores las siguientes frases, con una mezcla perfecta de desprecio y condescendencia: “Si no te sabes el reglamento, te vas a clases particulares, no es mi culpa”, “Venga, el siguiente”, “Te acabas de equivocar”, “Te vuelves a equivocar”, “Observo en vosotros una ignorancia supina”, “Esto es de preescolar, básico”, “Cállate ya, hijo”, “Pero chico, es que decís unas cosas...”, “¿Pero vosotros pensáis lo que decís?”, “El árbitro no se ha equivocado, el equivocado eres tú”, “¡Que no!”, “Es otra mentira que repetís mil veces”, “¡Que eso no lo decís!”, “A quienes no les quede claro esto en el turno de noche, se lo vuelvo a explicar mañana”, “Yo no soy una veleta como algunos”, “Yo mañana voy a decir lo mismo, que eso es lo que jode a la gente, porque tengo per-so-na-li-dad. ¿Ha quedado claro o lo repito otra vez?”.

A mí no me hace falta que me lo repita. Mis tímpanos ya han sufrido bastante. Además, estoy de acuerdo: Fouto tiene personalidad. Lo que me sorprende es que esté tan orgulloso de tener justo esa.