Ir de vacaciones modifica la actividad genética

Por Kathryn Doyle (Reuters Health) - Un nuevo estudio comparativo sobre los retiros de meditación y las prácticas de relajación en el mismo entorno revela que ambas opciones mejoran el control del estrés, la función inmunológica y otros marcadores celulares en sangre. Los autores determinaron la actividad genética, los marcadores en sangre y el bienestar en vacaciones y los meses posteriores. Hallaron un efecto inmediato y significativo en todos los participantes, pero en aquellos que sostuvieron la meditación detectaron beneficios a los 10 meses. El autor principal, doctor Eric Schadt, director fundador del Instituto Icahn de Genómica y Biología Multiescala de Mount Sinai, Nueva York, explicó que los cambios moleculares extras ocurrieron, o lo hicieron con más frecuencia, con la meditación. Esas modificaciones incluyeron una mejoría en la producción y el uso de las proteínas. "No sabemos qué significa esto exactamente, pero dada la relación con los biomarcadores del envejecimiento, existe la posibilidad de que esos cambios promuevan el bienestar y la longevidad", dijo Schadt. Su equipo convocó a 102 mujeres, de entre 30 y 60 años. Les hicieron análisis de sangre cinco días antes y después de la estadía en La Costa Resort & Spa, Carlsbad, California. Algunas participaban de un retiro de meditación y yoga, y otras sólo estaban descansando en el lugar. Un tercio ya había reservado un lugar en el retiro y meditaba habitualmente, mientras que el 70 por ciento restante nunca había meditado. La mitad de este segundo grupo participó al azar del programa de meditación/yoga y la otra mitad, de unas vacaciones simplemente. El equipo observó que los niveles de bienestar psicológico mejoraron en los tres grupos al quinto día y al mes. A los 10 meses, las mujeres que habían meditado en el retiro eran las que más habían logrado disminuir los síntomas depresivos y el estrés, según publica el equipo en Translational Psychiatry. Los cambios en la expresión genética y los biomarcadores del envejecimiento en las muestras de sangre mejoraron significativamente también en todos los grupos al final de la estadía, lo que demuestra el beneficio de unas vacaciones. Pero las mujeres que meditaban regularmente también tenían una mayor actividad de la telomerasa, una enzima que repara y fortalece los extremos de los cromosomas. Los telómeros se acortan con el paso del tiempo. Las vacaciones y la meditación parecieron desactivar las respuestas del sistema de defensas, inflamación y sistema inmunológico innato, según explicó el autor. Aclaró que aún se desconoce si vacaciones o un programa de meditación de una semana tendrían el mismo efecto. Los autores señalan que el estudio, financiado por la Fundación Chopra y la Fundación Benioff, es pequeño y no determinó si los cambios observados tendrían algún efecto en la aparición de enfermedades o la longevidad. FUENTE: Translational Psychiatry, online August 30, 2016