El inusual enfrentamiento entre EE.UU. e Israel tras el rechazo público de Netanyahu a un futuro estado palestino
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo este viernes que le había advertido a Estados Unidos sobre su oposición al establecimiento de un estado palestino una vez el conflicto en Gaza se termine.
En una rueda de prensa, un desafiante Netanyahu apoyó la ofensiva que tiene lugar en Gaza hasta una “completa victoria”: la destrucción de Hamas y el retorno de los secuestrados que fueron capturados en los violentos ataques del 7 de octubre. “Esto puede tomar muchos más meses”, dijo.
Con cerca de 25.000 palestinos muertos en la Franja, de acuerdo al ministerio de Salud coordinado por Hamás, y con cerca del 85% de la población desplazada por la guerra, Israel está bajo una enorme presión para detener su ofensiva y comenzar a dialogar para terminar con la guerra.
Los aliados de Israel, incluyendo a EE.UU., e incluso varios de sus enemigos piden revivir la idea de la solución de los “dos estados”, que plantea una convivencia pacífica entre un futuro estado palestino y el estado de Israel.
La esperanza en muchos círculos de poder es que la crisis actual pueda forzar a que ambas partes se sienten en una mesa de diálogo, tal vez la única opción viable para cerrar el ciclo interminable de violencia en la región. Pero de acuerdo a las declaraciones de Netanyahu este viernes, sus intenciones están totalmente en el lado opuesto.
Tras estas declaraciones, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kirby, reconoció que Israel veía “obviamente” las cosas de distinta manera.
Este martes, Netanyahu dijo que Israel debía tener el control de la seguridad sobre la tierra en el lado oeste del río Jordan, que incluye el territorio de cualquier futuro estado palestino.
“Esta es una condición necesaria y va en contra de la idea de la soberanía (palestina). ¿Qué se debe hacer? Yo le voy a decir la verdad a nuestros amigos estadounidenses y voy a detener el intento de imponernos una realidad que dañaría seriamente la seguridad de Israel”, dijo el primer ministro.
El conflicto con EE.UU.
Netanyahu se ha pasado gran parte de su carrera política oponiéndose a la idea de un estado palestino. De hecho, el mes pasado dijo que se sentía orgulloso de haber prevenido que eso ocurriera.
Pero el rechazo público a la iniciativa diplomática de Washington y, además, el empeño de continuar con la campaña militar, muestra cómo se amplía cada vez la brecha entre Israel y sus aliados internacionales.
Desde los ataques de Hamás en territorio israelí el pasado 7 de octubre que dejaron 1.300 personas muertas y cerca de 240 rehenes, EE.UU. apoyó la idea del derecho a la defensa de Israel.
Pero a medida que el número de muertos aumentaba en Gaza y las escenas de horror se multiplicaban, los gobiernos de Occidente le han pedido a Israel que reduzca su ofensiva.
La Casa Blanca ha tratado de influenciar la política militar de Israel: ha urgido el uso de armas más precisas en vez de bombardeos aéreos, ha desaconsejado el uso de una ofensiva terrestres y sigue haciendo el llamado de la solución de los dos estados, con un rol activo de la Autoridad Palestina cuando termine la guerra en Gaza.
Kirby explicó que EE.UU. ha sido “extremadamente claro” sobre el plan que viene para Gaza tras la guerra.
“Queremos un gobierno en Gaza que sea representativo de las aspiraciones del pueblo palestino, que tenga voz y voto en lo que quieren para su territorio y que no haya una reocupación”, señaló.
Los consejos de Washington con frecuencia han caído en oídos sordos o han sido recibidos con un rechazo total, a menudo públicamente, durante las visitas del secretario de Estado de EE.UU, Antony Blinken.
Eso, a su vez, ha intensificado la frustración en algunos círculos en Washington por el aparente apoyo general de la administración Biden a Israel, con llamamientos estridentes para poner condiciones a la ayuda estadounidense a su aliado en Oriente Medio.