Con Inteligencia Artificial. Registran un aumento de estudiantes con “alto riesgo” de abandonar el secundario

En Mendoza, los estudiantes con “alto riesgo” de abandonar las aulas representan más del 4% de la matrícula total de la provincia
En Mendoza, los estudiantes con “alto riesgo” de abandonar las aulas representan más del 4% de la matrícula total de la provincia

MENDOZA.- La tecnología puesta al servicio de la educación. Sin dudas, una herramienta que permite evolucionar, pero que también deja en evidencia la dura realidad de los chicos más vulnerables, que necesitan atención urgente. De ahí el compromiso de toda la comunidad educativa. Es que la puesta en marcha en esta provincia del Sistema de Alerta Temprana (SAT), a través de Inteligencia Artificial (IA) evidenció los alcances de un flagelo que golpea, principalmente, en la secundaria: el abandono escolar.

En este sentido, en Mendoza, desde hace tres años se instrumenta el programa de abordaje de la deserción, de la mano de la informática aplicada, la cual permite detectar, diagnosticar y actuar en los distintos niveles de riesgo en el que se encuentran los estudiantes. Pues bien, de acuerdo con el último informe del gobierno escolar mendocino, de junio de 2024, los chicos con “alto riesgo” de abandonar las aulas representan más del 4% de la matrícula total mientras que hace un año esa cifra se ubicaba en el 2%. Así, en medio de la crisis económica, social y educativa que vive el país, se evidencia el peso que tiene la problemática durante cada ciclo lectivo y la dificultad para revertirla.

Según los datos oficiales, en los primeros seis meses de 2024, se registró que 5.817 estudiantes del nivel secundario de toda la provincia se encuentran en “riesgo alto” de abandonar la escuela, lo que representa un 4,1% del total de la matrícula, de los cuales 93% corresponden a establecimientos de gestión estatal, en su mayoría en ámbitos urbano marginales. Por otro lado, el 22,8% se encuentra en nivel de riesgo medio (32.060 estudiantes) mientras que 73 % está en riesgo bajo, es decir 102.452 alumnos.

El SAT, incorporado a la plataforma digital Gestión Educativa Mendoza (GEM), es una herramienta clave para todos los colegios de nivel secundario, al que acceden supervisores y directivos. Así, bajo un programa informático “predictivo”, sobre la base de entrecruzamiento de datos previos y diversas variables, se identifican los alumnos con trayectorias educativas débiles o interrumpidas con el objetivo de retenerlos en las aulas. Es una especie de “semáforo” que enciende las luces sobre el futuro escolar de los chicos: rojo, amarillo y verde.

El año pasado, durante el primer cuatrimestre, sobre la base de la información oficial que dio a conocer LA NACION, se registraban más de 3.000 alumnos mendocinos en el nivel de máximo riesgo, representando más del 2% del total de la matrícula pública y privada. En tanto, en el escalón medio se encontraba más del 4% de los estudiantes; mientras que en el de bajo riesgo de desertar estaba la mayoría de los chicos: más del 93%. En ese momento, con los datos en la mano, ya se realizaba una intervención en más de 165 escuelas, tarea que se fue profundizando durante el año, al tiempo que la detección del número de chicos en riesgo comenzó a crecer. En total, en Mendoza hay casi 400 escuelas secundarias, tanto en el sector público como en el privado. Sobre ese universo, el foco principal está puesto en una veintena de colegios con mayor cantidad de chicos en peligro.

Trabajo multidisciplinario

La iniciativa, que comenzó a aplicarse progresivamente en Mendoza en 2021, tiene como finalidad diagnosticar y visibilizar los desempeños escolares reales de los estudiantes, al hacer foco en los trayectos más debilitados y, así, reorientar los recursos y promover redes que permitan asistir a los chicos y evitar el abandono. Es un trabajo que dio sus primeros pasos en 2020 un equipo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con el uso de IA sobre la base de la información nominal del GEM de 2018 y 2019, observando cómo esos datos derivaron en situaciones de abandono escolar y ausentismo. Participa del plan el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

De esta manera, con el sistema predictivo se puede establecer quiénes tienen alto nivel de interrumpir sus trayectorias. Por eso, según explican las autoridades escolares y los especialistas del sector, para el éxito de la misión, es determinante la intervención oficial, pero también la constancia de todos los actores del sistema, incluida la familia.

Entre las principales situaciones que alertan a los directivos para actuar están las siguientes causas: inasistencia reiterada, escaso acompañamiento familiar y la acumulación de espacios pendientes de aprobación o de materias adeudas. Entre las primeras medidas que toman los colegios se destacan: fortalecimiento del vínculo escuela-familia-comunidad, acompañamiento individualizado de las trayectorias escolares con apoyo pedagógico y seguimiento con foco en lo emocional.

Aunque queda un largo camino por recorrer, en medio de las dificultades que atraviesa el sistema, el ministro de Educación, Cultura, Infancias y Dirección General de Escuelas, Tadeo García Zalazar, puso en valor los alcances del SAT, ya que permite que la escuela haga una intervención específica sobre cada caso.

“Lo que se dispara en esas situaciones es un abordaje que hacen los servicios de orientación y los directores. Depende el caso, si es por inasistencia o por rendimiento académico, se habla con los padres, y se avanza con propuestas en determinadas asignaturas, con apoyo escolar. También hay casos en los que son necesarias otras intervenciones con otros organismos por fuera de la escuela, con el ETI (Equipos Técnicos Interdisciplinarios), con los municipios o los centros de salud”, comentó el funcionario, quien aseguró que 2023 cerró con 7.000 casos de alertas, con un abordaje particular sobre 4.000 chicos. “Se evitó la deserción de estos estudiantes”, puntualizó el ministro.