INSABI, el experimento millonario de AMLO en salud que resultó un total fracaso

Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México |  Gerardo Vieyra/NurPhoto via Getty Images
Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México | Gerardo Vieyra/NurPhoto via Getty Images

Nos acercamos al final del sexenio y las consecuencias de las “políticas” de la 4T se empiezan a ver. Lo sucedido con el Sistema de Salud en los cuatro años de gobierno ponen en evidencia que las ocurrencias del poder tienen consecuencias de vida o muerte. Resultado de su fracaso en esta función del Estado es la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), aprobada por la Cámara de Diputados con 267 votos a favor y 222 votos en contra, a propuesta del presidente López Obrador.

Hace cuatro años López Obrador canceló el Seguro Popular, con su particular estilo dijo que debía desaparecer porque no era ni seguro, ni popular y solo servía para ocultar la corrupción de las grandes empresas proveedoras de medicamentos. Propuso la creación de un sistema de salud de calidad mundial, similar al de Dinamarca, dijo, y presentó al Insabi como sustituto.

La reforma a la ley General de Salud establece que las funciones que cumplía el Insabi pasarán al IMSS-Bienestar, por lo que ahora esta institución atenderá adicionalmente a 33 millones de personas. El instituto que desaparece deberá transferir recursos humanos, presupuestales, financieros y materiales, así como sus derechos y obligaciones.

La idea de atender a la población de escasos recursos por medio del IMSS data del sexenio de Luis Echeverria. En 1973 se creó el programa IMSS Coplamar y desde entonces, cada presidente lo ha renombrado, lo denominaron Progresa, Oportunidades, Prospera y ahora López Obrador, que no es como los de antes, lo llama Bienestar. Una solución de Estado con 50 años de antigüedad. Ni a Barak Obama se le hubiera ocurrido.

La reiterada promesa de López Obrador de entregar al país un sistema de salud “mejor que el de Dinamarca” no se cumplió y con la reforma a la Ley, los recursos del IMSS no serán suficientes para atender a los millones de mexicanos en pobreza que dependen de los servicios públicos para atender su salud.

Cuando inicie operaciones IMSS-Bienestar lo hará con una carga adicional de 33 millones de mexicanos sin seguridad social, un déficit de casi 30 mil médicos para atenderlos, desabasto persistente de medicamentos. Solo cuenta con 190 hospitales en once entidades y para atender a la totalidad de la población (66.4 millones) requiere una infraestructura mayor.

El Seguro Popular que desapareció López Obrador tenía insuficiencias, pero también virtudes, una de ellas fue la creación del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos. Con el Insabi se llamó Fondo de Salud para el Bienestar. Fue construido con aportaciones de los beneficiarios y una parte proporcional del gobierno. Sirvió para atender todo tipo de cánceres, enfermedades raras, infartos, trasplantes de órganos y demás. Fue útil para que muchas familias no perdieran su patrimonio, por obtener recursos para atender a sus integrantes.

El Fondo de Salud para el Bienestar en 2020 tuvo un saldo de 119 mil 597 millones de pesos. Para diciembre de 2022, según la Secretaría de Hacienda, el saldo era de “75 mil 2025 millones de pesos lo que representa que desaparecieron 44 mil 392 millones de pesos desde que inició el Insabi en 2020. El monto fue utilizado para diversos fines, de acuerdo con expertos hay opacidad en la dispersión de los recursos.”

Es un hecho que el Insabi fracasó. Lo demuestra la escasez de medicamentos en los servicios públicos de salud. Fueron dramáticamente afectados muchos niños con cáncer que fallecieron. No fueron atendidos en consulta médica millones de hombres y mujeres de la población más desprotegida. Fue evidente la ausencia del Insabi durante la pandemia. No resolvió el problema del abasto de medicamentos, creado por el presidente. Entre la pandemia y las insuficiencias del Insabi, de enero de 2020 a septiembre de 2022, en México se registró un exceso de mortalidad de 793 mil 625 fallecimientos.

Este es un caso que permite decir que las ocurrencias pueden ser mortales. Por sus fobias López Obrador desapareció el Seguro Popular, le podría haber cambiado el nombre y mejorarlo, pero lo sustituyó por un barril sin fondo, al frente puso a un inepto en el tema de salud, con sus “batallas contra la corrupción” se confrontó con las empresas trasnacionales de los medicamentos. Los recursos destinados al Insabi permanecen en la opacidad y el sistema público de Salud es insuficiente.

Miles de millones de pesos en la opacidad. Los del Insabi y los que falta por transparentar. El costo de las ocurrencias no se mide en el Sector Salud en pesos, su precio son vidas de seres que podrían estar entre nosotros. En este tema no son como los de antes, son peores. Resultado, estábamos mejor cuando estábamos peor.

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