Informe: Myanmar y China no detienen tráfico de “novias”

ARCHIVO - En esta foto de archivo del 21 de marzo de 2018, Marip Lu se encuentra en el refugio de su familia en un campamento de refugiados en el estado de Kachin, norte de Myanmar. La mujer de 24 años dice que fue secuestrada y sufrió seis años de cautiverio, violaciones y abusos en China. (AP Foto/Esther Htusan, File)

BANGKOK (AP) — Las autoridades en China y Myanmar no logran detener el tráfico de mujeres jóvenes, incluso adolescentes, de la conflictiva región de Kachin para someterlas a esclavitud sexual, de acuerdo con un informe de Human Rights Watch difundido el jueves.

Según el informe, se hace creer a las mujeres que pueden conseguir trabajo en China, o directamente son secuestradas y vendidas como "novias" a hombres chinos. La mayoría de ellas sufren encierro y violaciones. Las que escapan suelen dejar hijos concebidos con hombres chinos.

El informe exhorta a las autoridades a esforzarse más para elevar la conciencia sobre el tráfico humano, brindar mayor apoyo a las víctimas que logran regresar y llevar a la justicia a los culpables de esos delitos.

Los 226 casos conocidos de este tráfico en 2017 son apenas una fracción de la cifra total, ya que muchas víctimas tienen miedo o vergüenza de presentarse, dada la falta de apoyo de las fuerzas del orden o los servicios de bienestar social, según el informe.

"La investigación de Human Rights Watch indica que el número de mujeres y niñas víctimas del tráfico es alto y posiblemente aumente", aseguró.

HRW entrevistó a 37 víctimas de estos delitos. Dijo que las mujeres fueron vendidas a familias chinas por el equivalente de 3.000 a 13.000 dólares cada una. Doce de las entrevistadas eran menores de 18 años y la menor tenía 14 años. Dijo que 22 de ellas permanecieron cautivas durante un año o más.

Con frecuencia son drogadas y secuestradas, para ser dejadas a merced de familias con las que apenas pueden comunicarse.

"La mayoría de ellas fueron encerradas en un cuarto y violadas reiteradamente, ya que las familias que las compraron querían que quedaran embarazadas", dijo Heather Barr, autora del informe y codirectora para derechos de las mujeres de HRW.

Los traficantes saben atraer a las mujeres con promesas falsas de trabajo debido a la falta de buenas opciones para ganarse la vida en los campamentos para personas desplazadas en el estado de Kachin, en el norte de Myanmar.