Impiden a una anciana usar el baño durante un vuelo y pasa 13 horas en su asiento orinado

Kocharik Tsamouzian es una anciana de 87 años que ha tenido que pasar por una experiencia traumática en un vuelo de British Airways: 13 horas sentada en un asiento mojado con su propia orina, sin posibilidad de cambiarse de ropa. Y todo, por una decisión de la compañía.

Los hechos ocurrieron estas pasadas Navidades, en un vuelo que unía las ciudades de Los Ángeles y Londres. Poco después de embarcar, la mujer pidió permiso para utilizar los servicios de la aeronave. Por medidas de seguridad, British Airways no permite a sus pasajeros utilizar sus WC en tierra, por lo que los tripulantes de cabina le denegaron el permiso.

Un Boeing 787 de British Airways (AP)
Un Boeing 787 de British Airways (AP)

La situación se complicó porque el vuelo sufrió un retraso de 90 minutos, en los que los pasajeros tuvieron que permanecer sentados y con los cinturones de seguridad puestos. A pesar de las suplicas de la anciana, los trabajadores de la aerolínea no transigieron.

Finalmente, Tsamouzian no pudo aguantarse y terminó orinándose encima, mojando su ropa y su asiento. A pesar de lo ocurrido, la mujer tuvo que permanecer en su sitio durante el resto del viaje, que duró 13 horas, y tampoco pudo cambiarse.

Aida Behroozi, hija de la anciana, que ha denunciado los hechos en numerosos medios de comunicación ingleses, asegura que la tripulación llegó a bloquear a su madre en el pasillo del avión para que no pudiera alcanzar el servicio.

Por su parte, British Airways se ha defendido argumentando que sus empleados solo han seguido las normas de seguridad de la Avión Civil británica y estadounidense. Como compensación, han ofrecido a la anciana 40 libras (47 euros) por el estrés sufrido, pero no se ha disculpado, que es lo único que desea la mujer.

Kocharik Tsamouzian no es la primera persona en sufrir esta restrictiva norma. En 2011, el actor francés Gerard Depardieu orinó en el suelo de un avión de Air France porque sus tripulantes no le permitieron usar el baño en tierra de un vuelo que unía las ciudades de París y de Dublín.