Las convicciones profundamente religiosas del joven diputado destinado a defender la moción de censura de Vox

Ignacio Garriga. Barcelonés. 33 años. Ferviente devoto del Sagrado Corazónde Jesús. Él ha sido el diputado elegido por Vox para defender este miércoles, a partir de las 9 de la mañana, la moción de censura que el partido de ultraderecha presentará contra Pedro Sánchez y que está condenada a no prosperar. Quien debe defenderla lo sabe, pero, como señalan desde El Español, eso no le ha impedido entregarse en cuerpo y alma a su cometido, para el que se concentrará un día antes a los pies del Sagrado Corazón de Jesús en Cerro de Los Ángeles (Getafe), un lugar con una historia vinculada a la Guerra Civil y cargado de simbolismo.

Ignacio Garriga ha elegido para prepara su defensa de la moción de censura un retiro 'espiritual' muy unido a sus creencia religiosa y a la historia de la Guerra Civil como metáfora.
Ignacio Garriga ha elegido para prepara su defensa de la moción de censura un retiro 'espiritual' muy unido a sus creencia religiosa y a la historia de la Guerra Civil como metáfora.

El enclave elegido por Garriga para su retiro 24 horas antes de la moción no es un lugar cualquiera, sino que está escogido de manera premeditada y como parte de la escenografía preparada para la moción. Por un lado, por su vinculación a la Guerra Civil y a la historia allí ocurrida. Por otro, por la fe que el diputado de Vox profesa al Sagrado Corazón desde niño. Aún así, nunca antes había visitado el enclave en el que se ha concentrado hoy para rezar y preparar su intervención.

Según cuenta El Español, Garriga fue monaguillo de su parroquia en Sant Cugat y Rubí hasta cumplir los 12 años y allí habría comenzado su relación con el Sagrado Corazón de Jesús, de la que hace gala a través de una pulsera de tela en la muñeca en la que, además de la bandera de España y el corazón, se puede leer la frase “detente, el corazón de de Jesús está conmigo”.

Fuentes cercanas al diputado consultadas por el mencionado diario aseguran que la elección del lugar “es una metáfora. El símbolo de la resistencia contra el comunismo. La derrocaron y se volvió a levantar” y que se concentra allí en busca de inspiración como “un muro frente a los que quieren reabrir heridas”.

Esa resistencia contra el comunismo a la que se refieren tiene que ver con el ataque sufrido por la imagen del Cristo por parte del bando republicano solo unos días después del inicio de la Guerra Civil. La estatua fue tiroteada, destruida en parte, volcada y cinco de los jóvenes que la custodiaban, asesinados. Cuando Francisco Franco impuso su dictadura, una de las decisiones que se tomaron fue la de devolver el nombre original al lugar –los republicanos lo rebautizaron como Cerro Rojo– y reconstruir lo destruido. De esta manera, se convirtió en un símbolo que ahora Garriga, quien lleva semanas preparándose con jornadas de 7 horas, y Vox hacen suyo.

Aseguran esas mismas fuentes que el diputado de la ultraderecha que mañana debe subir a la tribuna para defender la moción de censura –la quinta de la democracia–, estará inspirado por la frase que supuestamente dijo el jesuita Bernardo Hoyos al aparecérsele Cristo y que es lema del Sagrado Corazón de Jesús: “Reinaré en España”.

Garriga se “ofrece” así “como instrumento para dar voz a los millones de españoles que no se resignan y quieren recuperar la España que los comunistas están arruinando. Moralmente, sanitariamente y económicamente”.

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