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La iglesia inglesa decorada por Bloomsbury vuelve a ser foco de una disputa estética

Por Barbara Lewis

BERWICK, 15 feb (Reuters) - Ochenta años después de que los artistas británicos Duncan Grant y Vanessa Bell, hermana de la novelista Virginia Woolf, despertaran las pasiones locales con el encargo de decorar una iglesia de un pueblo inglés, los ánimos han vuelto a estallar.

Como artistas modernos asociados con el Bohemian Bloomsbury, Grant y Bell no fueron la opción de todos los aldeanos para el trabajo y sólo obtuvieron el visto bueno después de una audiencia en la corte eclesial en 1941.

Desde entonces, su representación de escenas religiosas y paisajes idílicos ha sido venerada como un ejemplo único de decoración en una iglesia inglesa que atrae a visitantes internacionales.

Mientras la iglesia de Berwick en East Sussex se prepara para celebrar un nuevo encargo del nieto de Bell, Julian Bell, el problema no es el arte en sí, sino un proyecto para quitar los bancos y baldosas victorianas como parte de renovaciones más amplia, incluida la calefacción por suelo para proteger a las pinturas de la humedad.

Quienes están en contra de los cambios están preocupados porque lo que ellos consideran destrucción está sucediendo en todo el país, ya que "la exención eclesiástica" permite la conversión de iglesias en espacios comunitarios flexibles.

Particularmente en la ley inglesa, la exención permite a la Iglesia eludir los complejos procesos de consentimiento que normalmente se requieren antes de que se puedan realizar modificaciones en los edificios históricos excepcionales clasificados en Grado 1, como la Iglesia de Berwick.

Simon Watney, un historiador del arte que conoció a Grant durante la última década de su vida y ha escrito una monografía sobre el pintor, dijo que no se oponía a la modernización adecuada, pero que en este caso destruiría el patrimonio.

"Berwick es muy afortunado de poseer todavía bancos que reflejan las habilidades locales heredadas de carpintería y artesanía. Los hombres que hicieron estos bancos se sentaron aquí con sus familias todo el año", dijo a Reuters.

Otros dicen que los cambios son positivos.

"Creo que Vanessa y Duncan habrían dado la bienvenida a la actual modificación", dijo Julian Bell, cuyo iconostasio se espera que se inaugure en abril, si el COVID-19 lo permite.

"Sabrían muy bien que las iglesias están destinadas a cambiar y evolucionar con el tiempo", escribió en un correo electrónico.

Una portavoz de la iglesia dijo en un correo electrónico que se esperaba que las autoridades de la iglesia tomaran una decisión en los próximos meses.

(Reporte de Barbara Lewis; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)