Por qué Idris Elba eligió la comedia para contar su historia más personal

El actor Idris Elba, en Los Ángeles, el 28 de febrero de 2019. (Joyce Kim/The New York Times).
El actor Idris Elba, en Los Ángeles, el 28 de febrero de 2019. (Joyce Kim/The New York Times).

In the Long Run”, que acaba de terminar su tercera temporada en Starz, es una comedia basada en la infancia del actor Idris Elba en Holly Street Estate, una comunidad de viviendas públicas de diversidad racial en el barrio londinense de Hackney. Ambientada en el ficticio Eastbridge Estate a principios de la década de 1980, Elba, creador de la serie para la cadena británica Sky One, interpreta a Walter Easmon, quien, al igual que el padre real de Elba, Winston, migró a Inglaterra desde Sierra Leona y trabajó en una fábrica estadounidense de piezas automotrices.

Sin embargo, esta historia de inmigración e integración no se cuenta exclusivamente desde la perspectiva de Walter o de su hijo de 13 años nacido en el Reino Unido, Kobna (Sammy Kamara), basado en Elba. En cambio, el programa es un retrato amplio y optimista de una comunidad, una historia sobre los británicos de la clase trabajadora interracial y las familias de inmigrantes de África occidental que cohabitan en Londres justo después de los infames disturbios raciales de Brixton en 1981, durante el apogeo del conservadurismo de la primera ministra Margaret Thatcher.

A esta animada mezcla de personajes se suman Agnes (Madeline Appiah), la esposa ghanesa de Walter que pasa de ser ama de casa a organizadora comunitaria y secretaria ejecutiva; su hermano Valentine (Jimmy Akingbola), un antiguo jugador de fútbol profesional que llega a Inglaterra solo para rechazar un trabajo fijo en la fábrica y convertirse en un DJ local; el mejor amigo y vecino blanco de Walter, el cascarrabias y a la vez adorable Bagpipes (Bill Bailey); y la alegre y emprendedora esposa de Bagpipes, Kirsty (Kellie Shirley). Las tres temporadas se transmiten por Starz, que adquirió la serie en 2019.

Elba es conocido principalmente por papeles más serios, tanto en series de televisión como “The Wire” y “Luther” como en películas como “Beasts of No Nation”, “Thor” y “Mandela: Un largo camino hacia la libertad” (o por haber sido nombrado el hombre más sexi por la revista People en 2018). Sin embargo, la comedia relajada “In the Long Run” refleja mejor quién es como persona. Es un retrato íntimo de su infancia, que ha sido posible gracias a su ilustre carrera.

También forma parte de una serie de trabajos recientes, producidos por su compañía Green Door Pictures, que pone de relieve su amor por la música negra. Al igual que su tío en la vida real y el personaje Valentine, Elba también es DJ, que como DJ Big Driis se presentó en la recepción de la boda del príncipe Harry y Meghan Markle en 2018 y en Coachella en 2019.

Elba, que actualmente está en Australia rodando la cinta “Three Thousand Years of Longing” de George Miller, con Tilda Swinton, habló por videollamada la semana pasada sobre la vitalidad cultural de las comunidades africanas y caribeñas del Londres de la década de 1980 y sobre por qué él, como una persona reservada en general, quería ver la historia de amor de sus padres en la televisión. A continuación, fragmentos editados de la conversación.

P: ¿Cómo surgió “In the Long Run”?

R: En retrospectiva, esta serie surgió como una idea hace casi cuatro años. Tenía ganas de hacer comedia y, como se me considera un actor dramático, los papeles no llegaban. ¡Kevin Hart se los estaba robando todos! Así que pensé que tenía que hacer algo para entrar a ese mercado. Mis hijos piensan que soy divertido; mi familia piensa que soy divertido; hagámoslo. Y, como mi padre era uno de los narradores más divertidos que había conocido, quise encontrar un modo de contar su historia y honrar a mis padres.

Éramos solo nosotros tres, mi madre, mi padre y yo, y vinieron de África occidental al Reino Unido con un montón de historias y experiencias animadas. Quería convertir nuestras vidas en algo cercano y convertir sus dificultades y su integración al Reino Unido en historias alegres.

P: Muchos estadounidenses vieron por primera vez tu lado cómico cuando interpretaste al jefe de Michael Scott en “The Office”. ¿Por qué elegiste la comedia para contar esta historia tan personal? ¿Realmente crees que la gente no piensa que eres gracioso?

R: ¡Tuve que escribir mi propio programa para trabajar en la comedia! “The Office” fue increíble pero, esencialmente, mi personaje no era cómico. Era una especie de tipo duro. Me parece que mucho de lo que se escribe sobre la cultura negra tiende a enfocarse en las dificultades, el crimen, o tiende a tener contextos que resultan dignos de una óptica dramática. Y cuando la gente piensa en África, tiende a pensar en la fatalidad y en los estereotipos, algo que no quiero seguir alimentando. En nuestro programa no nos tomamos a la ligera el racismo y las adversidades del momento, pero a veces con la comedia se puede abarcar un poco más de terreno de una manera más ligera.

El actor Idris Elba, en Los Ángeles, el 28 de febrero de 2019. (Joyce Kim/The New York Times).
El actor Idris Elba, en Los Ángeles, el 28 de febrero de 2019. (Joyce Kim/The New York Times).

P: “In the Long Run” acaba de terminar su tercera temporada. ¿Cómo anticipó tu serie algunos de los temas que exploran “The Crown” y “Small Axe”, que también están ambientadas en el Reino Unido de la década de 1980? ¿Qué perspectiva única esperas mostrar sobre ese periodo?

R: Cuando uno piensa en la década de 1980, viene a la mente Margaret Thatcher, pero también en las luces neón y los rizos Jheri. Fue, sin duda, una época de increíble evolución y expansión. También hubo una reducción política real en el Reino Unido que fue innegablemente dirigida por Thatcher. El programa trata de la vida que engendró, desvaneció y nutrió a la gente de mi edad debajo de todo eso.

No obstante, nuestro objetivo es muy específico para las culturas africana, caribeña y asiática que eran una mayoría en estos conjuntos de viviendas, diseñadas para residentes de bajos ingresos. Esas casas eran una incubadora de vida, y hay una montaña de cultura, política, pensadores, libros y personas que nacieron en esa época y en esas comunidades, y que ahora están llegando a la mediana edad. Como niño nacido a principios de la década de 1970 y adolescente en la de 1980, recuerdo esa época con cariño. “In the Long Run” es una carta de amor a ese periodo.

P: Sin embargo, la serie también tiene una sensibilidad moderna: te enfrentas a los roles de género, a la homofobia y a la lucha de tu personaje por ser emocionalmente vulnerable con su hijo. ¿En qué medida las conversaciones actuales sobre la masculinidad negra influyen en la narración de la historia?

R: Sin duda, el hecho de que Valentine se enfrente a su propia homofobia fue un producto de nuestra narrativa moderna. Es un tema que es accesible ahora y que realmente muestra lo lejos que hemos llegado en esos temas. Pero también quiero a mi padre y lo echo de menos ahora que se ha ido; si soy sincero, hay postales por todo “In the Long Run” de cosas que desearía haber dicho, o de cómo imagino que podría haber sido.

Y cuando pienso en ello, mi padre y mi madre eran los mejores amigos, aunque también podían llegar a oponerse. Su ternura siempre está representada en mi programa porque creo que es importante ver a personas de color enamoradas y siendo amables, no sexualizadas, o representadas como un estereotipo de un hombre negro que no es cariñoso. Quiero mostrar algo que ofrezca una perspectiva alternativa a lo que la mayoría de la gente piensa.

This article originally appeared in The New York Times.

© 2021 The New York Times Company

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